Con la llegada del Invierno y el progresivo descenso de la temperatura del agua de mar, probablemente estamos asistiendo a las últimas jornadas de la temporada fuerte de pejerrey escardón, antes de entrar en la etapa de transición de cara al tan esperado corno…
Bajo este contexto decidimos emprender viaje a la ciudad de Necochea para relevar uno de los pesqueros más emblemáticos de esa zona: la Cueva del Tigre. Incentivados por los buenos resultados que se habían obtenido semanas atrás elegimos el lugar e hicimos los primeros intentos. Un mar en excelentes condiciones con una claridad absoluta, aunque con algo de leva sobre todo en los últimos metros.
Se notó muchísima presencia de pejerrey, al punto de tal de verlos cuando levantaba la ola, sin embargo el pique no era sostenido: los flechas de plata hacían pasadas y se clavaban, pero no se lo notaba voraz como en otras oportunidades. Quizás la baja temperatura del agua o la ola fuerte que rompía, fueron los atenuantes que dificultaban la tarea.
Durante toda la mañana, en coincidencia con una marea en plena creciente, fueron apareciendo pejerreyes de todo tamaño, algunos de ellos de porte extraordinario y poco a poco se fue obteniendo la cuota. Incluso en horas del mediodía varios pescadores se inclinaron por equipos bien livianos, con aparejos de flote, y pudieron hacer una muy entretenida pesca. Ya entrada la tarde, cuando comenzó la bajante, el mar se mantuvo en su condición pero el pique disminuyó bastante.
Los aparejos utilizados fueron la línea quebrada de boyas y – para el caso de quienes intentaron de flote – chiripá o chiripá bombacha con un boyón impulsor cebador. El camarón preparado, junto a la tirita de lisa o magrú fueron las carnadas por excelencia. En resumidas cuentas fue una jornada excepcional, donde lo más destacado no fue precisamente el pique, pero que demostró una vez más lo paradisíaco de las playas del sur necochense.
Un lugar que recomendamos visitar con total seguridad, ya que garantiza paisajes únicos y pesca de buena a excelente.
Por Diego Fernández de La Oficina – Peña Pescadora