Los productores expusieron, ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la audiencia, reclamos a las autoridades por los desbordes de La Picasa: “que se pongan a la altura de las circunstancias” y encuentren una solución..
El desagüe al Paraná -entienden- podría ser una salida, pero en la transición esperan acciones de emergencia. La Picasa, en gran parte en Santa Fe, ocupa 45.000 hectáreas. Eduardo Salleras, ex tambero y ex presidente comunal de Aaron Castellanos -un pueblo santafecino de 500 habitantes y 42.000 hectáreas que pasó de estar a 10 kilómetros de la laguna a quedar a 3000 metros- recordó a los jueces que el problema empezó en 1997.
“Fui testigo de cómo se inventó la cuenca, como las provincias no podían dar respuestas a lo que estaba pasando acordaron depositar los excedentes hídricos en una laguna que tenía unos 1500 metros por 1,50 metros de profundidad“, contó.
Pasó meses yendo a su oficina en lancha porque el agua avanzaba sobre todas las tierras. “A donde había un ferrocarril, una estación de trenes hoy tenemos cinco metros de agua. No es un agujero negro de la hidraúlica, es producto de la ineficiencia“, dijo a LA NACION.
Recordó que hace 15 años planteó las graves consecuencias futuras si no se hacían las obras y drenajes pertinentes. “Se hicieron trabajos, pero mal. Lo que era un problema grave es hoy una catástrofe“, afirmó. Por ese entonces, impulsó la idea de un canal navegable multipropósito hacia el Paraná desde la altura de Laboulaye (Córdoba).
“La Picasa es un efecto de lo mal ejecutado, no una causa –continúa-. Buenos Aires, en su denuncia, pide a la Corte que se restituya las cotas naturales. ¿Si hacen eso, qué se hace con el metro de agua que está por encima?” Hoy la cota es de 106,30 metros. “Lo primero que tienen que hacer es sacar el agua; vamos a hacer agricultura hidropónica en vez de tradicional”.
También expuso ante la Corte Suprema Jorge Toledo, cuya familia perdió por el agua hace cuatro años un campo de 160 hectáreas en Arias, en el sudeste cordobés. “En un tiempo se había alquilado, y cuando lo retomamos tenía problemas, cuando el agua invadió estábamos mal parados y se tuvo que abandonar. No se podía con los costos que se multiplican y la rentabilidad que cae”, indicó.
Los invitó a que vean “cómo vive la gente en Melincué; los perros viven mejor que esa gente. Los problemas que tienen en Aaron Castellano, en Diego de Alvear. Esto es peor que la resolución 125, aunque no afecta a todos en forma igual“.
Apuntó que en la audiencia faltaron actores -mencionó a Confederaciones Rurales Argentinas y a la Federación Agraria-, reclamó a Santa Fe que “se ponga a trabajar en forma urgente”. “El agua va para allá; no sigamos poniendo tapones, palos en la rueda, no se soporta más. Por un capricho de Buenos Aires o de Santa Fe estamos padeciendo esta situación”, indicó.
“No les estamos pidiendo que construyan una pirámide o una estación aérea -ironizó-, no vengan con el cuento de que no se puede. Holanda resolvió sus problemas, lo mismo Mississipi en los Estados Unidos. Si tenemos que volver a la ruta a reclamar vamos a volver; dejamos pasar a la gente pero contamos lo que nos pasa“, señaló.
Toledo recalcó que la crisis de muchos termina siendo “un gran negocio; viene gente a comprar el campo en 1000 dólares la hectárea. Es lamentable. El agua es vida, tiene que ser una bendición pero en este país es como hablar de la lepra”, remarcó.
OBRA DE DRENAJE
Para la descarga en el Paraná de la laguna La Picasa -solución propuesta por la Nación ante la Corte Suprema de Justicia- el presupuesto sólo para la excavación de los tramos alcanzaría los US$ 248,9 millones. El gobierno nacional está dispuesto a financiar el 70% de la obra, que costaría unos 10.000 millones de pesos, mientras que el resto estararía a cargo de las provincias.
Según el proyecto que analiza la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, y que ya presentó por escrito al gobierno de Santa Fe, donde está la mayor parte de esta laguna que ocupa 45.000 hectáreas, prevé cuatro tramos de excavación. Uno entre La Picasa y la laguna Los Patos (caudal 10 m3/segundo); otro entre Los Patos y Quirno (10 m3/segundo), el tercero entre Quirno y en canal San Urbano (5 m3/segundo) y el último entre Quirno y el canal Juncal (variante Hughes que tiene un caudal de 3 m3/segundo).
Es la tercera excavación propuesta la más costosa, con 121 millones de dólares, seguida por la que va entre Los Patos y Quirno, que requeriría de unos 69 millones de dólares. “Es la propuesta que tenemos pero no avanzaremos hasta no tener la autorización por escrito en actas firmadas por las provincias, porque los trabajos son en sus territorios, ellas se deben encargar de las expropiaciones y de liberar la traza“, señaló. Incluso mencionó que la falta de esa documentación generó problemas en otras obras.
La iniciativa ya le fue presentada por escrito al gobierno de Santa Fe y “hablada” con el resto de los distritos, Buenos Aires y Córdoba. La idea es, si hay acuerdo, comenzar con las obras aguas abajo, en los arroyos Pavón y San Urbano. La licitación de los trabajos, de concretarse la aprobación, se haría en dos tramos para la primera (26 kilómetros de longitud), segunda (52 kilómetros) y cuarta sección (61 kilómetros) y en tres para la tercera (48 kilómetros).
Duhalde, “Lo acompañamos porque soluciona el problema de tres lagunas del departamento General López en Santa Fe, La Picasa, Melincué y Quirno“. Planteó que es “viable” en su traza, con sólo unos pocos pasos más complicados, uno en Venado Tuerto y otros dos más profundos entre Quirno y Melincué y entre esta laguna y San Urbano.
El diseño incluiría el abordaje de “ríos verdes” entendidos como canales y trazas en el territorio, incluyendo depresiones naturales, nuevas conducciones a construir, así como la adaptación de las infraestructuras existentes, por ejemplo cruces de vías, puentes o caminos e incluso los cientos de “canales clandestinos” que existen actualmente.
Fuente: LaNacion