Siempre soñamos con ellas, con sus ataques por lo territoriales que son e imaginamos como nos van a quedar los señuelos después de sus mordidas, pero hay algo que nos quita el sueño en los días previos: imaginar un ejemplar de tamaño realmente grande, como esos trairones de Brasil que vemos por las redes sociales…
Joaco me dijo: “Quiero probar con señuelos en otro pesquero. Las vi, son enormes. Las han pescado con carnada pero quiero mostrar que toman señuelos. ¿Hacemos algo?“. Ni lo dudé y días después ahí estábamos, firmes con mi papa, Bauti (mi hijo) y quien les escribe. Las 3 generaciones juntas.
Esa mañana Bauti ni dudó en levantarse y preguntar: “¿Buscamos al abuelo o viene él?“. A los 20 minutos mi viejo estaba llegando, cargamos todo y agarramos autopista Bs. As. – La Plata. Luego tomamos ruta 2 rumbo a la costa hasta pasar Chascomus y levantamos a Joaquin por la “Shell”; famosa porque siempre nos llevamos un desayuno de la cadena de comidas rápidas que ahí funciona. El punto de arribo era el pesquero La Amistad.
Hicimos el rol de embarque mientras Joaco subía las cosas al trucker (que ya estaba ahí esperándonos). El día avisaba que iba a tener una presión baja, nublado de a ratos y con ráfagas de viento bajas a moderadas en algún momento. Sin mucha vuelta el Jhonson empezó a gruñir, soltamos el cabo y ya estábamos saliendo. Punto acá con la primera experiencia de Bauti navegando, una cara de felicidad con su abuelo que es impagable.
En ese momento toda la alegría se volvió seriedad. Joaquin nos dice: “Ahora los necesito sin hacer ruido. Martin sentate en la proa y Beto con Bauti en estas sillas acá“. La idea era bajar de trompa el trucker ya que estábamos entrando en esos bajos de los que tanto me había hablado Joaco.
Las estelas eran dignas de un film de terror o de un monstruo que iba a salir en cualquier momento de abajo del agua. Espantadas de ejemplares enormes que chocaban juncos y hacia explotar el agua era la recepción al momento que íbamos a vivir si todo se daba como se suponía. Los primeros tiros fueron desde la embarcación hacia la costa.
El sol aún no generaba el mas mínimo calorcito. Sabíamos que era momento de esperarlas y analizar donde se podían ver movimientos. También era fija que empezaba la actividad firma después del mediodía, por lo cual teníamos un parámetro de lo que podía suceder a la mañana. No obstante, algunas de mediano porte dijeron presentes y nos endulzaron con una peleadora bienvenida.
En cuanto al equipo llevamos de Bait y Spinning. El primero conformado por cañas de 6.6 pies y librajes de 15 y 17 con reel de bajo perfil cargados con multifilamento. El segundo de un largo similar pero con reel frontal también cargados con multifilamento. El motivo por el cual empleamos estos equipos es porque hay momentos en donde los tiros son largos y se llega mas fácil con un equipo frontal (mas aun si hay viento); con el de bait la precisión es única para caer justo en los huequitos entre los juncos a lo lejos (lugar de donde salen a tomar los engaños).
Si hablamos de los señuelos que mas rindieron me animaría a resumirlo de la siguiente manera. Por la mañana los montajes con las interminables curly frog y curly grub (color blanco) de la firma DonkB montadas sobre anzuelos offset lastrados y en trailer con cucharas giratorias plateadas. Luego fueron descomunales tanto los chumbinho en su versión de paleta quebrada (también de Donkb) y el Modelo Slider 6 de la firma Raptor, junto al Jerk 7 de Señuelos Rubí. Tuvimos buena respuesta también con los señuelos artesanales de Andromeda, confeccionados en madera a mano por Mauricio en nuestra querida Patagonia y los FT de Fede trejo también tuvieron buenos ataques.
Llegó un momento que los portes se iban superando, en calidad y en agresividad. Corridas al estilo de otras especies en 40 cm de agua eran el sueño hecho realidad. Ejemplares super sanos, que afuera del agua dejaban comprender que los potencia de esa manera, generan el 100% de los caballos de potencia que mueven estas bestias.
Bauti, a sus 7 años, con equipos frontales que activaban la chicharra en las corridas no lo podía creer. Con los ejemplares mas grandes tuvimos que ayudarlo un poco a prepearlas pero sus capturas de este día creo que le van a quedar en la retina, tanto a el como a nosotros.
No todo quedó ahí, sino que tuvimos varios piques simultáneos… cruces de líneas… triples enderezados por estas bestias y hasta roturas de paletas producto de toda su mandíbula que apretaba justo esa parte.
La forma de trabajar los artificiales fue mutando con el paso del día. Al principio era muy suave por abajo, arrastrando las gomas. Luego de a poquito los stickeos cortitos cobraban vida con vueltas de manija lentas.
Cerca del mediodía los piques ya eran en carrera y secos. Para terminar una tarde hiper explosiva varios ejemplares tomaron casi al golpe, haciendo explotar todo. Como cierre puedo resumirles que vivimos una jornada donde las 3 generaciones se volvieron a juntar, volvieron a pescar y sacamos ejemplares de mas de 3 kilos, cosa que no es común hoy en día. Generando, con esto, una experiencia mágica una vez mas.
No pierdo la fe en que los campos y los recursos se empiecen a cuidar. Como siempre digo, comer un pescado para alimentarse no esta mal, esta perfecto, pero que se barran ríos, lagos y laguna para vender toneladas de pescado a acopiadores que terminan procesándolo esta muy mal. Cuidamos el río y los recursos.
Gentileza de Martin Docampo