En esta época es común que el agua aún siga turbia, no obstante hay que recorrer y buscar para encontrar lugares de aguas negras que nos permitan poder pescar tanto con señuelos como con mosca…
El ritmo no es constante ya que hay momentos con piques esporádicos y otros con un aluvión de ataques. El dorado está, solo debemos insistir y encontrar el artificial ideal, color y profundidad para obtener buenos resultados. Es el momento de salir a pescar con “todo el arsenal”.
Lo mismo ocurre en flycast, tener una variedad de moscas y colores nos permiten cambiar hasta encontrar la más rendidora. Las tarariras siempre están, Rosario es una plaza que nos permite pescarlas “todo el año” y es una especie tan noble que cuando está difícil otra pesca las hoplias responden.
Así estamos en Rosario, pescando y pescando bien…
OCEANIC TRAVEL