Me gusta la gente que arriesga a sabiendas que puede salir mal parado | Jorge lo tenía claro, el objetivo era intentar conectar con algún lucio y si podía ser de porte mucho mejor…
Había alternativas mucho más “sencillas” para poder pasar una jornada divertida ya que es un habitual de estas aguas, al igual que Yo,. Era consciente de que sería un reto del todo menos sencillo. Teniendo las ideas claras, con un plan preestablecido del que no quería alejarme mucho, empezamos la jornada. Poco a poco fuimos tocando diferentes posturas con método pero sin invertir demasiado tiempo en cada una de ellas.
En casi todas ellas tuvimos alguna picada o algún toque sutil, aunque durante las dos primeras horas no logramos subir ningún lucio al barco. Habíamos estrenado con otras especies, lo mejor de todo es que la estrategia que estábamos siguiendo nos daba picadas de los ansiados peces que íbamos buscando. Había motivos para seguir con lo que estábamos haciendo.
Pescando con mucho temple y buena técnica, Jorge empezó a arrancar un número importante de picadas de lucios que no se lograban materializar. Algunos no picaban del todo claro, otros se soltaban en la pelea y algunos justo comían en el momento menos oportuno. Nos estaba faltando esa pizca de fortuna que a veces quiere jugar en tu equipo y otras no. En esos momentos, aunque a veces cuesta, es fundamental mantener la cabeza en su sitio e intentar dejar atrás el pasado más cercano.
Justo antes de parar a comer, Josune lograba subir al barco el primero después de una acción perfecta sin ningún error por su parte. Un lucio de calidad, muy meritorio y, sobre todo, muy merecido por la insistencia durante toda la mañana. Hicimos una parada para comer, analizamos un poco la mañana y nos contamos algunas historias de pesca. Con las pilas recargadas tocaba volver a la carga. Mi objetivo era que Jorge no pensara en exceso y que se centrara en pescar tan bien como lo estaba haciendo. Estaba faltando rematar los lances, es cierto, pero estaba logrando arrancar un número de picadas muy elevado para como estaban los peces y con eso nos teníamos que quedar.
Aun así, hay días que no hay manera de revertir una tendencia negativa y llega un momento que ya no sabes ni qué ni cómo hacer para lograr levantar ese pez que tanto anhelas. Lo peor es que sabíamos y teníamos más de una evidencia que los peces que se nos estaban escapando eran de porte y eso duele más aún pero había que seguir. A pesar de que la actitud encima del barco seguía siendo muy buena, los ánimos estaban bastante bajos y las posibilidades de conectar con el pez que íbamos buscando, lógicamente, eran cada vez menores.
Pero ahí estaba una vez más Josune, desde la retranca y sin hacer ruido, nos ponía en alerta. Por la primera carrera y la manera en que flexaba la caña ninguno pensamos que lo que había clavado era exactamente lo que íbamos buscando. Por este motivo la pelea se libró con calma y serenidad, Josune haciendo todo perfecto, Jorge y Yo disfrutando de la pelea e intentando transmitirle buen feeling. Desde luego, el pez que tenía al otro lado de la línea estaba ofreciendo una gran batalla y Josune empezaba a sentir el cansancio en sus brazos.
En un momento dado, un par de movimiento “extraños” en la caña me hizo cambiar de estado de ánimo y empecé a sentir que quizás teníamos lo que buscábamos. Aun así, me comí los nervios e intenté seguir lineal porque todo iba perfecto. Poco después, cuando lo vimos aparecer por primera vez, una mezcla de adrenalina, asombro, y miedo por perderlo, inundó todo el barco. Los segundos finales se hicieron eternos pero finalmente logramos hacernos con él. Ahora sí, podíamos gritar y festejarlo. Sólo un pez como este bien merece cualquier jornada de pesca.
Es cierto que a pesar de las circunstancias y condiciones no nos podíamos quejar en cuanto al resultado de la jornada, pero lo cierto es que analizando las oportunidades que habíamos tenido sabíamos que, con una pizca de suerte, podríamos habernos marcado una jornada espectacular, especialmente para como estaban los peces. Pero así es la pesca, ojalá todos los días que toca “derrota” volviéramos a casa con un puñado de peces, y entre ellos dos lucios de mucha calidad.
Siempre he pensado que las mejores aventuras de pesca empiezan con una buena actitud y un gran reto por delante. Este día fue otro buen ejemplo que fortalece mi teoría. Jorge y Josune, gracias por hacerlo posible. Fue un placer compartirlo a vuestro lado. Entrando posiblemente en unas de las mejores fechas para la pesca en “nuestras” aguas, nos esperan semanas intensas y emocionantes por delante
Gentileza de BO Fishing – Guia de Pesca