Decidimos visitar la Laguna de San Miguel del Monte ubicada en RN3 kilómetro 110; nos gustan los desafíos y sabíamos de ante mano que esta laguna es una de ellas…
Partimos de zona Oeste junto a Ernesto Gomez, Andres y su hijo Nicolas de 10 años, un pequeño gran pescador. A las 7.30 hs. ya estábamos en la laguna donde nos esperaba Marcelo Posa (amigo que reside en este tranquilo lugar). Previo desayuno nos dirigimos al pesquero donde habíamos reservado 2 botes, uno de ellos le calzamos un motor pequeño y el otro seria remolcado.
Por lo general la pesca de pejerreyes es para quienes conocen este espejo o son residentes, pero de todos modos nos animamos a visitarla y hacer los primeros tiros en busca del pejerrey. Nos toco una mañana de 20 grados con viento del sector Norte por lo que decidimos navegar hacia ese lugar. En el medio de la laguna habría una profundidad de 1.70m, ahí nos anclaríamos y por pequeños intervalos también al garete.
El agua se encontraba muy limpia con unos 20 grados y muy oxigenada, pensábamos que las condiciones estaban dadas para dar con algunas piezas. Fuimos alternando lineas y brazoladas entre los 20 a 50 cm. para ver por donde estaban comiendo pero tuvimos poca suerte, solo algunos dientudos tomaban las mojarras. Contamos mas de 15 embarcaciones que se movían constantemente tratando de encontrar algunos pejes.
La embarcación de los Gomez sacaron 2 pejerreyes de medidas a media mañana. Eso nos entusiasmo a pesar que el pique se estaba dando muy aislado. Algunos se nos iba a dar. Llegando el mediodía decidimos salir para degustar un rico asado y luego de las 15hs retomar la pesca. Fuimos a la misma zona porque el viento seguía del mismo sector. En una de las gareteadas Marcelo tuvo un pique a 2 metros del bote: un peje de 30 cm. muy robusto. Nos volvimos a entusiasmar pero solo fue ese ejemplar. También se sumo un bagre, que se imaginan cuando pica uno de ellos pensamos en un gran peje pero no fue así.
Otro ejemplar de 27 cm. se dio en mi linea utilizando una linea de 2 boyas con brazoladas de 30 cm y una yo-yo con brazolada de 20 cm. Resumiendo, mas allá que falta un poco para que enfríe el agua y los dientudos dejen de acosarnos, es una laguna que es difícil que nos entregue cantidad de piezas, pero alguna sorpresa nos podemos llevar.
Por Daniel Rodriguez
