En este último tiempo pareciera cómo que esta pesca resurgió o está teniendo más auge de lo habitual; y debo reconocer que no le daba mucha importancia ni valor como la de la carpa que está teniendo su momento de apogeo ya que se van cayendo los mitos en cuanto a qué pelean poco..
Como siempre digo, con el equipo correcto toda pesca tiene valor deportivo. Volviendo al Pati, al cual también se le acusaba de una pelea poco atractiva, puedo decir que no es así para nada. Lógicamente mí no interés previa a esta experiencia, es el hecho de que priorizo la pesca con artificiales, pesca que viene creciendo a pasos agigantados y que solo se practica con especies cazadoras. Creo que es ahí donde radica el empuje que está teniendo está especie; a la falta de condiciones actuales por el estado del Río para la pesca del dorado, chafalote y surubí buenos son estos colosos de las profundidades .
Historia de está Pesca
Estaba navegando un poco por las redes sociales y veo los Paties que estaba sacando el Guía Joaquín Vidalle, más conocido como Joky, y me dije: “Hay que vivir esa experiencia“. Me contacte de inmediato con él y su respuesta fue: – “Si a vos no te gusta esa pesca !!“. No es que no me guste, siempre elijo hacer de otro tipo pero amo la pesca en general y quería vivir está aventura llamada Pati. Me dijo: -“Venite mañana que tengo lancha libre“, y me puse a organizar.
Llamé a Coco Bartolomé, compañero del programa Puerto Pesca, para hacer de paso una nota para el programa. También le avisé al amigo y sponsor del programa: Maxi Saba de Saba Náutica. Nos encontramos a las 7 de la mañana en el Náutico Fray Luis Beltrán. La mañana se presentó fresca y con muchísima niebla, complicado para navegar pero despacito salimos.
Mientras remontamos lentamente el Paraná le digo al guía: “Arranquemos con el Pati, después llévame a señuelear: busquemos Dorados, Chafalotes y Tarariras; y cerramos con más Pati“. Joky, el guía, a quien acababa de conocer me mira incrédulo y le digo: “No es joda eh“. Es ambicioso para solo una jornada de pesca: si, pero hay que intentarlo. Nos responde un: “Bueno, veremos. De momento armen que empezamos acá nomás con el Pati“.
Está especie está pegada al fondo, si no pasamos la carnada por ahí estamos muy lejos de pescarlos y hacerlo no es tarea sencilla. Ese fondo oscila entre 25 y 35 m. El aparejo no es nada complicado: plomo corredizo con el peso correcto según la correntada que suele andar bien entre los 60 y 90 gr, no hace falta leader de acero y la brazolada puede bien ser de nylon o de multifilamento de no más de 50 cm de largo. El anzuelo puede ir del 6/0 al 9/0. Yo opte por el más chico; y de carnada anguila que también elegí poner de las más chicas, si la toma le entra mejor y más fácil en la boca.
El máximo secreto, consigna y tarea a realizar es, como les decía, hacer trabajar la carnada en el fondo. El piso del fondo no es regular ni todo del mismo sustrato, hay partes de barro, arena y otras de tosca y piedras; tampoco todo el fondo tiene la misma profundidad va variando. Esta pesca se hace a la deriva o como le dicen en el Norte: a Pinda o Camalote. Hago está aclaración porque muchos la confunden y dicen al Garete; y al Garete la lancha se mueve a efecto del viento y no de la correntada. En una laguna, por ejemplo ,que no tiene correntada se pesca al Garete. Si esta deriva se hace controlada por un motor eléctrico mucho mejor.
Se arroja el aparejo unos metros, no hace falta un gran lanzamiento, es para alejarla de la embarcación lo suficiente. Una vez que entra al agua hay que ir regulando suavemente la salida de línea en la caída del plomo hasta el fondo y poner los sentidos a mil para concentrarse en la sensibilidad de sentir la llegada del plomo al fondo; ahí parar la salida de línea. Conviene trabajar con el pickup abierto y sentir constantemente el plomo picar por el fondo.
Si en algún momento lo dejamos de sentir es porque entramos en una zona más profunda e inmediatamente liberaremos línea para volver a tocar el piso, caso contrario sentimos que toca demasiado levantar un poco la punta de la caña y recuperar un poco de línea. Estar atento a los enganches. Como verán no es tan fácil como puede parecer el pescar con carnada de fondo y más cuando está tan abajo. Después de todo esto hay que identificar el pique que no siempre es igual, como en muchas pescas. A veces come bien, toma franco firme y otras veces son más mañosos.
Increíblemente lo podemos peleear mucho tiempo y cuando está al lado de la lancha lo perdemos. ¿Por qué? Porque puede venir mordido de la anguila y aguanta toda la presión de la pelea hasta último momento donde la suelta. Así que hasta que no tenemos visto que está con el anzuelo clavado no emocionarse demasiado ya que la desilusión es grande, se porque se los digo !!!!
Ya con los plomos en el agua la sensibilidad en ON para hacer picar ese plomo por el fondo. Maxi es el primero que acusa pique y por suerte concreto su captura: uno de los buenos. Puso a todos muy contentos y con altas expectativas. Después fue mí turno: una hermosa pelea hasta que al asomar en superficie me largo la anguila. Una decepción abrumadora. Al rato Maxi saca otro más chico del tamaño que promedia, después se le da Joky y Yo uno de los medianos. Perdimos unos cuantos piques todos. Ya teníamos cuatro capturas y no eran las 11hs.
Le dije al guía: -“Es hora de ir por las otras especies“, y nos pusimos en marcha. Preparamos los señuelos y nos llevo a la parte del puerto dónde se hacen correderas por los pilares del mismo, ahi es donde más corre el agua y más chances teníamos. El agua está sumamente turbia. una gran contra para esta pesca que es rápida. El señuelo cae en la zona, tiene que pasar por el lugar indicado y pasa rápidamente. Si el Dorado no lo detecta estamos lejos siquiera de tener un ataque.
Le dedicamos alrededor de hora y media pero nada, ni un ataque. Nos fuimos a probar a los remansos para el Chafalote y tampoco, otra hora y media. Ya eran casi las 15 hs, comimos algo rápido mientras navegamos hacia el point de Tarariras. Había que dejar la lancha en la costa y caminar para adentro de la isla a buscar una lagunita escondida. Al divisarla ya se me erizaron los pelos, como me gusta esa pesca. No era muy grande, no tenía más de 200 metros de largo y unos 30/35 de ancho, de agua muy turbia, estancada y baja.
Empecé con una clásica rana de goma. En el primer tiro ya moví algunas. Al segundo ya tuve ataque pero me di cuenta de lo lentas y poco mordedoras que estaban. No era para ese señuelo, necesitaba algo con los anzuelos afuera. Pase a un Crank de Sub-Superficie y ahí empezó el show. Era casi una tiró a tiró. Pálidas, eso es normal por la coloración del agua pero muy flacas. Tarariras que si estarían bien comidas serían de gran porte por la cabeza y el largo de su cuerpo pero estaban muy flacas. De ahí me fui a Superficie para disfrutar un poco más y fue el Show del Predator y el Hulk de VML. Este último se lució. El secreto fue darle mucha acción y poco recorrido, eso lo cambio todo.
Que decirles, no me podían sacar de ahí. Me comí dos horas como nada con más de 40 capturas pero ya eran las 17 hs y querían darle un rato más a los Paties. Tuve que aflojar, más que estábamos lejos, como una hora de navegación. Llegamos de nuevo a la cancha Patisera. Joky acomodo la lancha y lanzamos las líneas al agua. Veníamos derivando rozando el fondo y pasamos sobre una zona de piedras. Todos quedamos clavados y cortamos mientras armábamos de nuevo.
Joky nos llevo a otra cancha y de nuevo en la tarea tengo un pique y Maxi otro. Clavamos y después de una linda batalla los sacamos, el de el mucho más grande, casi el doble del mío. Después de las fotos de rigor y la devolución hacemos otra pasada y otra vez sacamos dos de tamaño promedio. Ya se venía el ocaso del día y el guía nos dice de irnos. Cuál nene en la calesita que le dice al padre “Por favor una vuelta más una más.” Como buen padre Joky dice: – Una más. Quería sacar esa bestia que está ahí en la profundidades y no siempre se nos da.
Arrojo la línea con toda la fe en lo que sería el último intento, a la fortuna hay que ayudarla poniendo toda la concentración en que la carnada viaje correctamente y al tener el pique no apurarse. Hacer la clavada en el momento justo para conectar. Hice todo eso bien,tenía del otro lado de la línea un coloso del Paraná. Ahora a no emocionarse demasiado, tenía que estar bien clavado sino lo podía perder en cualquier momento. Extrañamente subió muy rápido a la superficie y me dejó ver dos cosas, una que era realmente una bestia y otra que estaba bien clavado.
Fueron unos segundos porque se enojo y dio un cabezaso que empezó a ganar profundidad, sacanba línea como loco. El equipo era el justo para disfrutar de una de las mejores peleas que he tenido. El juego con el freno del reel fue también clave para regular las repentinas embestidas que mete. La adrenalina a full, ni sentía la invasión de mosquitos que nos atacó. Sin pedírselo ,el guía me roció con repelente mientras Yo me debatía en esa batalla, siempre atento. Termino en una explosión de alegría cuando lo pudimos meter arriba de la lancha, felicidad total porque todo el trabajo y dedicación dio sus frutos , no bajar los brazos ni a último momento casi siempre da su recompensa .
Si quieren vivir la experiencia Pati no duden en contactar a Joky , tiene todo muy claro para esta pesca y para todas , conocer bien los lugares es clave para dar con los mejores resultados y en definitiva es lo que más nos interesa. Guía Joaquín Vidalle (Joky) Cel +54 9 341 339-0960
Gentileza de Walter Gastaldi