Como de costumbre, fuimos a San Pedro en busca de las tarariras, sabiendo que siempre está dispuesto a recompensar en cantidad y buenos portes a quien lo visite..
Tras una navegación tranquila llegamos a la isla con un grupo de amigos dispuestos a pescar en distintas modalidades. La jornada arrancó a la mañana con mucha actividad e infinidades de piques y capturas. Pique tras pique arrimábamos a la costa tarariras que tomaban nuestros engaños de superficie. Una verdadera locura.
Logramos mucha cantidad pero de tamaño mediano a chico aunque con mucha vitalidad. Se las veía muy saludables y combativas. Así transcurrió la mañana a pura pesca hasta llegar al mediodía, momento en que Ruly – nuestro guía – nos iba a deleitar con un buen asado a la sombra de los sauces.
Terminado el almuerzo continuó la sobre mesa, nadie quería arrancar, los 35°C se hacían sentir! Luego de un rato salimos a jugar el 2do tiempo pero el calor empezó a jugarnos en contra y lo notamos en las tarus. Los piques no eran los mismos, ya no tomaban igual, empezaron a reposarse contra las orillas al punto de casi llegar a tocarlas con las manos.
Llegando la tarde aumentaron los piques y los tamaños, ahora si estaban las buenas tarariras dando el presente. Capturas, fotos y al agua. San Pedro cumple y no decepcionaba, ya era la hora de emprender la vuelta contentos, cansados y felices! Metimos un pescon, pescar y compartir con amigos un buen asado a orillas del río no tiene precio.
Gentileza de Gonza Stev
