Por distintas razones cambiamos la fecha de este viaje muchas veces hasta que el día llegó…
Partimos en la madrugada del Sábado rumbo a Santa Fe con la meta fija de sacar los grandes Pati que el río está prestando. Parada obligada, como siempre lo hacemos, en Rosario y zonas aledañas para visitar a nuestros queridos amigos que la pesca nos dió. Así fue que Sábado, de la mano de Rodrigo “Chipi” Pradella y Cristian “Negro” López partimos en “La Mufera” a alguna isla para disfrutar un día completo de pesca variada.
La primer jornada concluyó coronándola con un gran asado entre amigos. Párrafo aparte para la hospitalidad de el “tili” Funes. Nos aprontamos para ESE día, el esperado Domingo. Amanecía con calor, despejado y leve viento de Este que según nuestro guía, Agustín Cancian, era lo ideal. Arrancamos y en la primer pasada la dupla cordobesa: Kiotho Pucheta y quién escribe: Ariel Baudino, subieron los primeros peces a la lancha. Particularmente nunca habíamos hecho la pesca del Pati, era nuestra primer experiencia.
Debo confesarles que me gustó y mucho. Su particularidad, las mañas, trucos y secretos que, claro está, fueron dados a conocer por Agustín. El hecho de nunca saber que bestia va a tomar en las profundidades le da ese toque de magia que nos hizo sentirla muy interesante. Usamos equipos más bien livianos para la ocasión, o mejor dicho, nos los recomendó Agustín, cañas de 20 y 25lbs que fueron siempre al límite!!
Cerramos la jornada con muchas capturas, varios Pati de fácil dos cifras a ojo de buen cubero, Agus calculo entre 15/16 kg para un ejemplar que subió a la lancha nuestro gran amigo Walter “bigua” Rossini. Una salida completa, redonda y amena por dónde se la mire, que claramente nos dejó con más ganas de seguir descifrando está pesca y seguir aprendiendo.
Salud para todos los amigos que me da la pesca, porque siempre están al pie del cañón, a Rodrigo por llevarnos en “la mufera” luego de haber trabajado toda la noche, a Cristian por siempre tener las puertas de su casa abierta para nosotros, a Seba por darme el honor de usar su asador, a Ale “doc” Cerdera porque siempre se sube a cada viaje, sin importar el rumbo. A Walter porque de el aprendí, que un cliente, tranquilamente puede ser un amigo y eso no tiene precio.
Repito, Salud a todos amigos, que el río siempre nos sorprenda y nos una!!
Cierro el relato, recalcando el gran servicio, la predisposición, buena onda y trasmisión de conocimientos de Agustin Cancian, realmente a la altura de las circunstancias.
Gentileza de Ariel Baudino