Cuando me dí cuenta que tenía libre el Miércoles lo primero que hice fue llamar a mi amigo Daniel Arias para hacer un relevamiento los dos solos en nuestra querida laguna “LA FACULTAD” de Bragado. De paso aprovecharíamos para ensayar una pesca distinta ya que estrenaríamos “EL HALCÓN GRIS”, un gomón para dos personas que ya forma parte de nuestra flota y con el cual realizaríamos una pesca distinta debido a que nunca se entró en una embarcación en esa laguna…
Probaríamos pescar en el medio de la laguna y luego de adentro hacia afuera lanzando hacia la costa. Así fue que salimos a eso de las 6 hs. de Buenos Aires para luego de un viaje tranquilo tomando unos “verdes” llegar a la estancia a las 8 hs. que nos esperaban los dueños y redondear una linda charla con otra mateada mas. A eso de las 8,30 hs. salimos a caminar muy cargados para transitar caminando los 700 metros que nos separaban del agua. Inflamos el pequeño gomón, aprontamos todo para ingresar y dirigirnos al medio remando con un viento bastante molesto. En un gran claro ubicado en el medio del espejo nos atamos a una mata de juncos y comenzamos los lances teniendo enseguida las primeras respuestas con dificultad para clavar ya que tomaban pero sin ganas, se soltaban antes de llegar a nuestra embarcación.
Cambiamos señuelos y modificamos otros hasta que le agarramos la vuelta al pique, ahi si comenzó la fiesta. No fueron piezas muy grandes pero la mañana se pasó volando por lo entretenido de la infinidad de piques y capturas. A las 12,30 hs. cortamos la pesca ya que nos esperaban a almorzar en la estancia las empanadas que yo mismo había hecho la noche anterior. Luego de la hermosa charla entre risas y empanadas decidimos descansar hasta las 15 hs. y luego ingresar otra vez.
Recorrimos toda la costa opuesta cambiando varias veces de lugar y obteniendo capturas en todos los claros que pescamos. Decidimos volver a la costa por donde habíamos ingresado justo en el momento que aflojaba el viento. De ahí en mas no paramos de clavar una tras otra, en cada lance eran dos y tres ataques hasta que concretábamos. Tampoco a la tarde sacamos de las muy grandes que nos tiene acostumbrados este pesquero pero se lo atribuimos a el molesto viento que no dejaba ver los señuelos a nuestras amigas taruchas. Igualmente creo que sobrepasamos ampliamente las expectativas ya que sacamos y devolvimos mas de 50 piezas cada uno.
Amigos pescadores, la diversión está asegurada con artificiales de flote, viendo como atacan las “dientudas” que es un placer. No se pierdan esta laguna que con cantidad y calidad la fiesta está asegurada.
Gentileza de Eduardo Miguel Sagasta