Por fin se me dio de conocer este pesquero que está emplazado en la estancia de nombre homónimo a la Laguna “La Segunda”..
El espejo ya lo conocía pero por el ingreso de otros campos que nada tiene que ver con este lugar. Me quedé maravillado de la diferencia ambiental entre lo que conocía de la laguna y este reservorio natural. Tiene todo lo necesario para estar cómodo y pasar un día de pesca solo o en familia.
Cuenta con asadores, baños, sombra, mesas, sillas y un entorno bellísimo; y si a todo eso le sumamos la cercanía a la Ciudad de Bs. As. lo hace un lugar para visitarlo muy seguido. Lamentablemente el día en lo climático no acompaño, pero igual pudimos hacer lo que fuimos hacer: buscar las buenas Tarariras que tiene.
La mañana se presentó con llovizna y fuertes vientos así que decidimos esperar. Nos acomodamos en el patio, con Martín y Adrián nos pusimos a revisar señuelos y equipos mientras Nahuel se hacía unos excelentes bifes al disco. Después de comer hicimos una sobremesa corta y nos dirigimos hacia el agua. La idea era vadearla unas horas para intimar con ella, estar en el agua y sentirla bien de cerca. Joaquín, que hace de guía en el lugar, nos iba a sacar en bote si las condiciones así lo permitían.
Al ingresar al agua me llama mucho la atención su transparencia, sumamente cristalina con gran cantidad de cola de zorro además de su vegetación acuática que le dan ese aspecto oxigenando al agua y dándole ese color tan característico a las Tarariras que viven en estos ambientes. Muchos juncales haciendo de este hábitat un lugar ideal para esta especie. Como les adelante, las condiciones no eran buenas, sobre todo por el viento.
La Tararira le escapa a la oxigenación que produce el movimiento de agua en superficie y se va para abajo, por lo que con toda la vegetación que domina este espejo era imposible buscarlas mas allá de los 10 cm de profundidad, mas ahora que esta un poco mas baja por la falta de lluvias. Hay que hacerlas subir si o si, tarea titánica en esta situación de pesca pero con técnica y mucho trabajo, con distintos señuelos de superficie, logramos hacerlas subir para conseguir varios ataques. En un par de horas vadeando solo concretamos algunos, unas 8 capturas.
Salimos del agua como a las 17hs, descansamos un rato, nos secamos y como a las 18 hs Joaquín, ya con viento un poco más moderado, nos saca con el bote para probar en unos claros más adentro de la laguna. Recorriendola uno se da cuenta de la magnitud de la Laguna y del potencial que tiene. El trucker era muy cómodo, íbamos los cuatro cómodamente sentados. Sobraba espacio para moverse con libertad. La embarcación era tracción a sangre, se va muy sigilosamente por los juncales, además Joaquín tiene una destreza para navegar que es admirable.
No tardaron el llegar los ataques pero eran muy erráticos por las condiciones. Martín concreto la primera, después nos tocó al resto y luego Martín una otra vez y otra vez. Estaba intratable con un Predator de VML color plateado. Todos teníamos ese señuelo pero no ese color y la verdad hizo la diferencia, me saco como 5 tarariras de ventaja que no pude descontar. Encima saco la más grande de la jornada, de esas que queríamos ver.
Ya con el ocaso en su punto final dimos por finalizada la jornada que solo fue media en realidad. Nos dejó con muchas ganas de volver y lógicamente así será.
Gentileza de Walter Gastaldi