La salida fue improvisada, no teníamos lugar fijo para ir y se nos bajaron algunos soldados pero no le dimos importancia, lo importante era escaparse del ruido..
Salimos junto a Adrián desde Bs. As. con destino Entre Ríos y allá nos encontramos con Elías, que así como si nada nos había dicho a último momento: “Vengan igual, de última mi Papá tiene una casita en la isla, en un campo y podemos hacer noche ahí. Además de algo de pesca por el canal debe haber aunque nunca fui“. Nosotros estábamos desesperados y él tranquilo.
Llegamos a la guardería y nos rajamos. Hicimos unas pasada por varios lugares cerca de ahí y sacamos algunas capturas. De camino enfilamos para el campo de “SAN ELÍAS” y como es de costumbre en mis relatos siempre nos pasa algo que después es parte de la anécdota de esa salida. Íbamos navegando, miro hacia la costa y veo algo parecido a una conservadora. Le digo a Adri: “Mira una conservadora“. “Naaa“, me dice. “Siii, es una conservadora“, le afirmo riéndome por qué justamente veníamos hablando que tenía que comprar una. Mientras nos acercamos levanto las manos al cielo y digo: “GRACIAS SEÑOR POR BENDECIRME!!”
Adrián me dice: “Pedile que tenga algo“. Así nuevamente levanté las manos y dije: “SEÑOR, ¿ES MUCHO PEDIR QUE TENGA ALGO?”. Cuando la logramos alcanzarla la siento pesada y digo: “AMEN!! TIENE ALGOOO“. Es el agua me dicen. Cuando la destapo, ademas de estar nueva adentro tenía una bandeja con unas tiras de asado y 5 cartones de vino. Nuevamente volvía agradecerle a Dios y cuando pasamos por dónde vivía el casero del campo de Elías les dejamos las cosas bendiciendo a otro y nos quedamos con la consevadora. Cuando estábamos llegando vemos la casita y nos encantó. Hermosa casita con tres habitaciones, lo único es que había panales de abejas que el padre de Elías tenía que mandar a sacar con gente que se las llevan.
Intentamos dormir en el comedor pero ellas no nos dejaron así que hicimos campamento en la galería y preparamos leña para hacer una carnecita mientras hicimos unos casteos en el canal, pegados al corral que estaba a metros de la casa con muy buenos resultados de tarus. Esa son las cosas que no tienen precio: ESTAR ENTRE AMIGOS Y PESCARLAS POR LA VENTANA DE LA CASA mientras se hacia el asado. Almorzamos y seguimos pescando. La tarde llegó a su fin asi que programamos una pesca nocturna cenando algo rápido para dirigimos al punto marcado.
Yo no soy muy amante de la pesca con carnada pero los acompañe. Mientras ellos pescaban me acomodé y dormi un rato hasta que el ruido de la chicharra me despertó. Linda corrida de Adri, le dio pelea hasta que saco un hermoso dorado. Luego de la foto regreso al agua como todas nuestras capturas. Los surus no aparecían así que nos pegamos la vuelta a dormir en la casita. A la mañana los chicos le hicieron otra pasada sin resultados de los surus pero si un lindo moncholo de premio. Mientras tanto Yo me divertía en la casita sacando tarus.
Despues de almorzar nos mandamos un siesta y emprendimos el regreso. De pasada le metimos unos tiros en otro lugarcito de TARUS. Como de costumbre nuestras hermosas Tarus siempre nos salvan las salidas. Nos dieron adrenalina hasta los últimos minutos de sol. Nos pegamos la vuelta a casa llenos de buenos momentos entre amigos, ESOS AMIGOS QUE NUNCA TE DICEN “TENÉS QUÉ VENIR”, SINO QUE TE VAN A BUSCAR SIN IMPORTAR LA SITUACIÓN EN QUE ESTÉS.
Gentileza de Omar Saravi