09/03/20 Dorados en medio de la cacería

Fueron hermosos días de pesca de bancos con Diego Gustavo Flores, todo a pata, días perfectos de sol y sin viento…

Tal vez uno de los dorados del Alto Paraná que mas recuerde y no precisamente por su tamaño. Mochila con lo mínimo indispensable: agua, frutas y las cosas de pesca. Es una pesca de mucha paciencia, de estar parado como una garza con la ilusión de que algo suceda cerca nuestro. Había mucho sábalo y dorados que los cazaban pero no siempre hay posibilidades de tiro.

A veces porque todo sucede muy rápido. Otras porque sucede lejos. Pero las veces que tuvimos chance de tiro, ni bien la mosca se posaba en el agua los dorados salían asustados como si hubieran visto al diablo. Son aguas muy presionadas, depredadas y hostigadas. El rango de tolerancia de estos peces está al límite. Pero la paciencia dio sus frutos y se me presentó una épica cacería a 15 metros de distancia, en 40 cm de agua.

 

Tres dorados, al menos, mostrando sus colas en señal de que tenían un sábalo entre sus dientes, apretándolo contra el fondo de arena para inmovilizarlo y poder partirlo en pedazos. Tuve tiempo para hacer 4 tiros al medio de esa licuadora: el primero quedó corto. En el segundo pica uno muy pequeño, que por suerte se suelta de inmediato.

En el tercero, tengo un toque y en el cuarto, este dorado que sin duda había quedado fuera del festín no se quería ir con el estómago vacío y atacó mi mosca. La pelea fue bastante dura a pesar de no ser un dorado grande. Sin embargo, la adrenalina y la excitación que me produjo ver semejante cacería, a tan corta distancia y en aguas cristalinas, hará de este dorado uno de los que mas recuerde de aquí en adelante.

Caña: LTS PREDATOR #8. Reel: LTS Color 2. Ropa: BIGFISH Professional Fishing Gear. Mosca: atada por Francisco Bottero. Fotos: Pablo Saracco.

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Gentileza de Pablo Saracco