Estuvimos en Hinojo Grande con mi amigo Dany, dueño de la armería y casa de pesca La Perdiz de Quilmes, mi amigo Rubén, y José (el padre de Pedro), un compañero de oficina de mi trabajo…
Llegamos el Domingo por la mañana luego de atravesar una lluvia muy fuerte el Sábado mientras viajábamos en ruta, por lo que paramos a descansar en un hotel de la zona. Por suerte el Domingo amaneció sin tormentas, como lo anunció el pronostico, pero la mañana se encontraba con mucha bruma y sin nada de viento.
Eso nos complicó el pique hasta las 11 de la mañana cuando por fin llegó el viento esperado para que el pejerrey se active y comience a tomar nuestras carnadas. Realmente fue una fiesta, ejemplares de muy buen porte a los que hay que “pescar” ya que no se regalan. Gareteando en las mejores zonas, a velocidad lenta con elementos de primera línea bien alivianados y afilados para clavar en el momento justo, pudimos realizar una excelente pesca del mediodía en adelante.
La laguna Hinojo Grande, ubicada en el partido de Trenque Lauquen, aún en épocas de frío y aguas heladas, gracias a su tamaño, profundidad y diversos factores de alimentación del pejerrey, mantiene un pique fluido a flote de pejerreyes de 25 a 40 cm.
Para llegar desde Buenos Aires tomamos acceso oeste, antes de Luján nos desviamos por ruta Nacional 5 y, sin llegar hasta la ciudad de Trenque Lauquen, doblamos antes a nuestra izquierda en el kilómetro 426 y medio de la misma ruta 5 que tomamos en Luján. Ahi encontraremos el camino de tierra y arena en buen estado. Luego de 10 kilómetros nos conduce al pesquero “Club Laguna Redonda”, donde Jose Victoria su encargado nos espera con todo preparado y nos atiende de maravillas.
Para quienes viajen desde otros puntos del país pasan la ciudad de Trenque Lauquen y entran a la derecha por un camino de arena y tierra señalizado con cartelería sobre la ruta, en el kilómetro 436 de la ruta nacional 5. Poseen sector de parrillas, camping con luz, baños, prooveduría, bajada de embarcaciones con nuevo tractor, sector para pesca de costa, venta de mojarras con oxígeno, alquiler de embarcaciones, guías de pesca, servicio de fileteado y un predio muy bien mantenido.
Cada día que lo visito me quedo disfrutando de la tranquilidad y la magia de los atardeceres con una vista única, admirando el gran “Mar verde”.
Gentileza de David Dau
