Las actividades humanas y la sobreexplotación de los recursos están afectando a los ecosistemas, su funcionamiento y a todas las especies asociadas, lo cual nos lleva a una reflexión urgente de actuar por la conservación..
La situación por la bajante del Río sigue siendo preocupante, vamos por el 3er año que en nuestro Río Paraná no se tomaron ninguna de las medidas para resguardar a nuestra fauna íctica. Una emergencia hídrica que no funciono y que no llevo a ninguna solución y solo a más discursos políticos.
Han permitido y siguen permitiendo el saqueo de muchas especies en el río, ya que si no se toman medidas de conservación y uso sostenible de los recursos ícticos lo estamos llevando a la extinción.
Si continuamos con está depredación y destrucción en cuestión de meses o años podríamos perder muchas especies del Río. No hay ningún funcionario que defienda los recursos. Faltan políticos con ganas y con capacidad para resguardar nuestra fauna.
La falta de caudal de agua expone de manera directa a la fauna íctica siendo presa fácil para la depreciación. En tanto el Río continue bajo perjudica la reproducción y el crecimiento natural de nuestra fauna íctica. Incautar a las especies es una solución absurda, es extinguirlos aún más de lo que ya están sacando.
Cuando hablo de conservación me refiero a todas las especies, no sólo a unas cuantas de las cuales estamos acostumbrados a ver en la provincia. Es el ser humano que muchas veces no comprende que el equilibrio natural es una línea muy delgada que puede significar la desaparición parcial o total de una especie.
Actualmente, los efectos a largo plazo de la bajante del río Paraná no son visibles, sin embargo repercutirán en las generaciones futuras y en el ecosistema del río. Necesitamos que se actúe de manera regional para que el resguardo de nuestra fauna íctica sea de todas las provincias y no sólo de una.