Volvimos por la revancha al Rio de la Plata Norte y esta vez el rio estaba bien crecido; así que la navegación seria sin problemas..
Las mojarras las conseguimos en “Carnadas Alfredo”, una casa de pesca y morenas, muy buena porción. Te dejamos los datos para que reserves tus mojarras: Calle Luis García 962 – Tigre, Tel +54 11 4749-0244. A partir de las 6am ya lo encontras abierto.
Nos embarcamos y como primera opcion decidimos hacer una parada en el lugar que siempre nos da pique. Anclamos y armamos los equipos. Llegando el mediodía el rio seguía creciendo pero el viento comenzó a soplar del sector Noreste, aprovechamos y nos largamos hacer un garete lento mientras el agua iba subiendo.
La temperatura del agua se encontraba en 14 grados, 4 grados menos que el Sábado anterior. Un dato no menor para el pique del pejerrey. Tuvimos varias capturas, todas entre los 25 y 30 cm. Se nos sumaron los infaltables paties y bagres de lindos portes que nos hacían ilusionar al momento del pique, uno siempre espera que sea un matungo, pero si algo aprendimos y que es lógico: cuando las tres boyas desaparecen es porque viene un “bigotudo”.
En un momento se cortó el pique y nos fuimos a navegar a metros del Canal Mitre donde se venían varias embarcaciones, algunas ancladas y otras gareteando por la zona. Como referencia siempre tomamos la Ciudad Universitaria, de ahí navegamos río adentro sabiendo que tenemos normalmente 2 m. de profundidad. Tiramos y un violento pique nos alertó, creimos seria otro bagre o pati pero para nuestra sorpresa eran un lindo matunguito de 40 cm.
Utilizamos líneas de 2 boyas rematando con una ping pong con dos bajadas cortas de 15 y 25cm. Fueron las que mejor rindieron en toda la tarde. Una de las cañas de 4,10 m. con reel rotativo y la que utilice Yo de 4,30m, en este caso, con el reel rotativo: un Shimano Curado. Me resulta más sencillo tener el control de la línea y al momento de clavar.
El río estaba increíble la pesca también, todo cerraba en una jornada de pesca espectacular!!!. Decidimos retornar a la guardería así que cambie el tanque de nafta para estar tranquilo de llegar con resto pero a mitad de camino comenzó a “chupar” aire el pico. Lo reviso y se había lastimado el o’ring interno. Por suerte y por precavido tenía una manguera de reserva, ya nos habíamos quedado a la altura de San Isidro a la deriva entre embarcaciones y veleros. Cambio rápido y llegamos sin problema.
Si sos de navegar y todavía no te sucedió… preveelo. No esperes a pasar un mal momento, es necesario que tengas una manguera de auxilio con sus respectivos picos. Nunca pensé usarla en una situación así.
Hasta un Nuevo Cruce de Líneas !!
Daniel Rodriguez