Después de tener la suerte de conocer este señuelo en Argentina y poder testearlo con muy buenos resultados pasamos a conversar con Marcelo..
Él es el creador, una persona con una inmensa dedicación en su trabajo. Un artesano que hace de sus señuelos la diferencia en la pesca con artificiales. Empezando por la Jump Frog, también llamada ranita tailandesa o como la llamo Yo: “La pesca sola”, es un señuelo indispensable para la pesca de tarariras tanto la Hoplias malabaricus como la lacerdae. Dándole así su lugar en la caja de señuelos de superficie para dicha pesca, un señuelo con un buen peso que se puede trabajar recogiendo a distintas velocidades o con golpes de caña.
Su segundo gran logro fue el querido Saar de 9cm, un señuelo que me dio muy buena pesca en la zona de San José (Entre Ríos). Más allá de su excelente nado y eficacia en la clavada, me dio un doblete con el mismo señuelo:dos dorados prendido del mismo. Al traerlos a Uruguay se le dio un nuevo título al poder hacer capturas de las famosas tornasoles “Hoplias Lacerdae”. Otro que llego para quedarse.
Y llegamos al último gran lanzamiento, otro señuelo que tal vez la gente a simple vista lo ve apagado y sin vida pero el secreto de Marcelo es que se activa en el agua. Al tener ese señuelo en mi poder lo primero que hice fue probarlo en agua cristalina, hacerlo nadar recogiendo suave y rápido; ahí es cuando pasa a ser un señuelo con vida.
Si le agregamos golpes de caña, haciendo de este un estilo de paseante, es un señuelo que te deja pescar en distintas condiciones de aguas profundas como también de superficie. Fue echo para tarariras y doradillos de no mas 5kg pero con solo un cambio de anzuelo logramos pescar dorados hasta de 8kg.
En resumen, Rubí son señuelos que llegaron para quedarse. Hoy muchos Uruguayos ya viven la “Profecía Rubí”. Agradecimientos por las fotos de algunos seguidores de la pagina en Uruguay: Mateo Peralta, Camilo Cabrera, Leonardo Tort, Fabricio Vega, Joel Aguirre y Luis Gustavo Chiappa.
Gentileza de Cazadores De Taras
