Estábamos de vacaciones por Gramado, Brasil, cuando comenzaba la primavera el 21 de Septiembre y aprovechamos para practicar alguna pesca del la zona que no se haga en Uruguay…
Finalmente resolvimos ir al lago de “ARPIA” (Asociación Riograndense de Pesca con Iscas Artificiales) que queda en Tainhas a 75 kilómetros de Gramado. El lago pertenece a la asociación y demás está decir que esa pesca es exclusivamente con devolución. En el lugar nos recibió un miembro de Arpia, Kito Texeira, excelente pescador y mejor persona.
En la mañana, si bien no estaba coordinado, se ofreció a hacernos de guía. Pescamos con él de 9 a 12hs en modalidad de vadeo. Nos invitaron a almorzar y ahí llegó Zecinha, actualmente el presidente de la asociación y guía profesional de pesca en Brasil, Argentina y Chile. Por la tarde pescamos embarcados con muy buenos resultados por la posibilidad de llegar a mejores pesqueros. Movimos señuelos hasta las 20:30hs de tan motivados que estábamos.
Si bien es un pez predador y voraz, es una pesca muy técnica pues resulta muy desconfiado comparado con la tararira. Tampoco es territorial, se mueve mucho todo el tiempo y la verdad, que gracias a los guías, nos enseñaron varias técnicas de pesca y tips tuvimos muchísimas capturas.
Equipos y técnicas
Los equipos que utilizamos fueron cañas de 6-12 libras con reels cargados con multi 10 libras. Es excluyente la utilización de un leader de fluorcarbon por lo desconfiados que son estos peces. Nosotros pescamos en baitcast pero creemos que hubiésemos rendido mejor con equipos de spinning puesto que la mayoría de los engaños son vinilos de pocos gramos difíciles de tirar a gran distancia con equipos de bait estándar o poca habilidad en la modalidad.
Los señuelos, en gran mayoría, fueron sof tipo woorm (gusanos) lombrices de diferentes largos y grosores. Ya pescando, la técnica era más o menos la siguiente: efectuábamos el lance y esperábamos a que el señuelo llegara al fondo. Movías una, dos o tres veces y parabas de recuperar línea para que el señuelo volviera a bajar. Así sucesivamente hasta nuestra posición de tiro. Cuando teníamos la picada debíamos dejar comer y no cañar enseguida. Era fundamental esperar unos segundos antes de cañar para dejar que acomodaran bien las gomas y el anzuelo en la boca para asegurar la clavada.
Los artificiales que mejor anduvieron eran los que fabricaban el propio Kito con su señora, claramente diseñados para la especie en ese lugar. Luego con Zecinha, el presidente, utilizábamos artificiales japoneses de altísima calidad y excelente rendimiento también. Para buscarlos era muy similar a los peces cazadores que tenemos en nuestras aguas dulces: estructuras de vegetación, palos y piedras, lugares donde ellos se recuestan para estar al asecho.
Una vez pinchados, a diferencia de su primo criollo el cabeza amarga, pelean mucho más asemejándose a la pelea de las tarariras con corridas, saltos y cabezazos bruscos buscando zafar del anzuelo. Una pesca realmente emocionante. De ahí la popularidad de su pesca en Europa y Norteamérica donde alcanzan tamaños muy superiores a éstos que logramos nosotros en ésta oportunidad.
Por último es de destacar que quedamos sorprendido con la amabilidad de Kito y Zecinha, resulta que nos trataron como amigos de toda la vida y eso invita a volver mas allá de la pesca que para nosotros estuvo realmente muy buena.
Gentileza de Miguel Tripani de Uruguay Aventura | Nota publicada en la Edición Nº 76 de #SentilaPesca #Online de #Noviembre2019