Necesitaba sentir el viento en la cara, el aire fresco que entra y oxigena mi sangre, que renueva. Esos amaneceres calmos, la niebla acariciando el río que en silencio sigue su curso…
Necesitaba volver a planificar una salida con amigos, cómo antes, cuando incluso era tan normal que hasta a veces no se disfrutaba tanto. Más de 150 días sin poder salir a pescar, sin hacer los que más me gusta (y a tantos de nosotros). ¿Quién se lo hubiera imaginado no?
Necesitaba ver la cara de mis amigos disfrutando, sobre todo si se trata de un nuevo compañero de pesca. De contar anécdotas, dar un concejo, aprender algo nuevo (porque de todo siempre se aprende) y por sobre todas las cosas, ser feliz.
Extrañaba esa noche anterior a la salida, de mirar 50 veces si estaba todo en orden, si no me olvidaba algo y que no me vaya a olvidar ese señuelo que NO PUEDE FALTAR. Ni hablar de la falta de sueño, damos 50 vueltas en la cama, ponemos dos o tres alarmas para no dormirnos (no sea cosa que nos dejen). Las veces que podemos dormir un rato, soñamos con la pesca, con ese tiro que nos da una buena captura (que en la vida real la colgamos del árbol jajaj)
Cómo extrañaba todo esto… Cómo extrañaba SER LIBRE!!! Por suerte la espera termino. El Lunes 24 de Agosto quedó habilitada la pesca deportiva de costa y embarcado para residentes de San Pedro bajo su respectivo protocolo.
RECOMENDAMOS VER: – San Pedro: Protocolo para la Pesca Deportiva / Recreativa
Gentileza de Gonzalo Castagnola