Estuvimos hablando con Jose de plomadas SER-MAR para que nos cuente un poco mas sobre el proyecto que inició hace unos años junto a su familia…
¿A QUÉ SE DEBE EL NOMBRE SER-MAR?
– Antes que nada me presento, mi nombre es José Alberto Perrone, dueño de la fábrica de plomadas SER-MAR. La misma lleva su nombre porque uno de mis hijos se llama Sergio y otro – hijo de mi pareja – se llama Martin. A los 36 años trabajaba en un hospital de José C. Paz haciendo las cobranzas en bicicleta de un servicio de emergencias. Cuando arme familia con mi pareja nos encontramos con que sus dos hijos – de 16 y 18 – y uno mio – de 14 años – ninguno trabajaba, entonces tuve la feliz ocurrencia de comprar 29 kg. de plomo y así empezó todo!
¿RECUERDA CÓMO FUE SU PRIMER DIA DE TRABAJO?
– Si, como si fuera hoy mismo… en un balde de albañil fundía el plomo con una fogata y cuatro hierros clavados en el piso; sentado en una pila de ladrillos comencé con unos moldes a hacer algunas plomadas, siempre hacia las mismas, así no había forma de crecer. Algunas veces en la cocina de mi casa y en una mesa de la galería limpiábamos las plomadas. Muy prehistórico todo, muy pobre al principio. Poco a poco fui saliendo con mi Falcon modelo 70 a vender y lo más difícil: cobrar, en varias oportunidades tenía que ir como 20 veces. Mi primer cliente Importante fue Civit, me ayudó muchísimo, se vendía en cantidades industriales.
¿COMO SE DIO A CONOCER?
– Un día tuve la idea de juntar durante 4 años todas las publicaciones de casas de pesca, náutica y armerías de las revistas, así llené varios cuadernos. Después mandé a hacer unos mil catálogos a todo color, gratuitos y los distribui. Si bien ya pasaron 20 años siguen vigentes porque tengo el mismo e-mail, teléfono y dirección, sirvieron de publicidad ya que les llegó a todo el mundo, nadie lo iba a tirar porque era interesante.
¿CÓMO FUE CRECIENDO?
– A partir de estos catálogos comenzaron a llegar consultas de todos lados. Yo recién me estaba animando con la computadora, ya era grande y todo me costaba más. Visitamos los clubes de Pesca de La Plata y con el cobrador también entregábamos los catálogos. Hoy en día todavía los entregamos en forma gratuita. Hicimos publicidad por todos lados, hasta en las primeras revistas de Tiempo Libre, no poníamos teléfono ni dirección solo decía SER-MAR, Plomadas de primera calidad.
¿HOY EN DÍA COMO LO CONTACTAN AQUELLOS QUE DESEAN SUS PLOMADAS?
– Hoy tenemos un catálogo On-line en el portal SENTILAPESCA.COM, cuando nos consultan sobre nuestros productos le mandamos el link. La única provincia a la que no hemos vendido fue La Pampa, no sé por qué, un misterio. Estamos presentes en La Rioja, Catamarca, Santa Cruz, Río Gallegos, Comodoro Rivadavia, Bahía Blanca y toda la provincia de Buenos Aires.
¿FUE DIFÍCIL MANTENERSE VIGENTE EN EL TIEMPO?
– Es increíble lo que hemos logrado, porque siempre trabajamos sin límite, un kilo, 20 o 100.. se lo llevábamos al cliente con una sonrisa, el único problema era que nos pedaleaban mucho, pero gracias a nuestra buena conducta y a 22 años sin vacaciones logramos ser una buena empresa Argentina. Trabajamos también con moldes de España, Brasil, otros se me fueron ocurriendo, plomada que salía de cualquier localidad, como en Tandil, Mar del Plata o Necochea, las mandábamos a hacer y las teníamos, no sabíamos ni que nombres ponerles.
¿CUAL ES SU MAYOR CARACTERÍSTICA?
– Trabajamos buscando la excelencia. Al cliente le decíamos: -“Si hay alguna plomada que nos compró y no la puede vender se la cambiamos; si tiene plomada de otra fábrica que se le pusieron feas, negras, de mal aspecto, también se las cambiamos sin costo”. Nunca tuvimos intención de perjudicar a nadie a pesar de que muchos no estaban de acuerdo con nuestra política de trabajo. Logramos conseguir lo que queríamos, una muy buena clientela y sobre todo muchos Amigos. Mi pareja de aquel entonces hacia el control de calidad, la mercadería que no estaba perfecta se refundía y se hacía de vuelta. Era muy exigente pero gracias a ella, Ser-Mar puede decir que es primera calidad.
¿ES PELIGROSO TRABAJAR CON ESTE METAL?
– El plomo que utilizamos no es volátil pero tiene grasa, pelo, larga humo, no es tóxico, lo tenemos que refundir para que al estar sentados trabajando no haya olor ni peligro de explosiones. El mismo se empieza a fundir a 319 grados. Como materia prima trabajamos con caños que comúnmente se sacan de los baños y de cañerías porque son económicos y fáciles de conseguir. En nuestras instalaciones todo está en regla. Cuando empezamos Yo entregaba la mercadería en un ciclomotor, fue un comienzo humilde pero lo logramos llegando a sentirnos importantes.
POSEE VARIOS MODELOS, ¿CUALES SON?
– Nuestra línea de plomadas, como ocurrencia mía, viene en gramaje de diez en diez, las de forma de pera, las voladoras y las de reloj. Después llegamos a la costa y empezamos a fabricar las satélites, las crucetas en todas las medidas como también los torpedos y pirámides. A medida que pasaron los años fueron cambiando las cosas, se empezó a importar de todo. Aparecían los que recién se iniciaban y vendían más barato. Logramos incrementar las ventas ofreciendo un plus más: trayendo moldes de EEUU y contando con modelos propios.
¿CUAL ES LA CAPACIDAD DE FABRICACIÓN HOY EN DIA?
– Nuestra fábrica está preparada para hacer 8000 plomadas cada 10 horas, calculen la cantidad de plomadas que llevamos haciendo en estos 31 años! Increíble ¿¿no??
Al principio le vendíamos a un mayorista y a 5 o 6 negocios, luego nos empezamos a hacer conocidos y ya teníamos más de 20 negocios, llegamos a tener 700 comercios. Algunos nos compraban cada diez días, otros una vez por mes, cada 6 meses o una vez por año, lo que nos tenía 15 días produciéndole plomadas. Nunca creí que íbamos a llegar a fabricar 4.000.000 de plomadas por año!
Los ganchitos los mandamos a hacer en una empresa de chavetas porque necesitamos de a 400.000 y de dos medidas. También hemos hecho proyectiles para balas, chalecos, infinidad de cosas en plomo.
¿SU COMIENZO FUE SOLO O TUVO APOYO DE SU FAMILIA?
– Fuimos una familia que trabajaba mucho, desde las 4 de la mañana hasta las 10 de la noche. Había veces que me acostaba temprano y me levantaba a las 2 de la mañana a fundir caños porque esto largaba humo y olor, a lo que vecinos se quejaban con razón. Así y todo llevamos 30 años sin denuncias y con buena relación con ellos.
HOY MUCHOS FABRICAN PLOMADAS CASERAS… ¿Que les aconseja?
– Si, sugerimos que la gente no trabaje con plomo fundido en sus casas, por lo general usan latas de arvejas o duraznos y ese envase no es seguro. El plomo se pone muy líquido y los moldes que se compran no son perfectos, puede escapar el plomo por algún lado. El enemigo número uno para la explosión del plomo es el agua, la humedad es peligrosa en contacto con el plomo líquido. Nada de agua cerca.
Cuando se hacen plomadas no hay que ponerle a los moldes velas ni aceites. Mucho cuidado cuando el tarrito que mencione para fundir el plomo se vacía, si Ud. agrega un pedacito de plomo frío, explota y puede producir quemaduras serias alrededor.
¿QUÉ SIENTE AL VER QUE LOS PESCADORES USAN SUS PLOMADAS?
– Muy poca gente me conoce personalmente, pero es increíble la cantidad de pescadores que conocen mi firma, pasaron 31 años y me sigo sorprendiendo. Lugares a los que voy todavía tienen el catálogo y conocen la marca, es una satisfacción muy grande.
Es un gran desafío ser fabricante en Argentina y es muy emocionante, a la vez también dar trabajo a ocho familias. Pienso seguir trabajando con la misma alegría y entusiasmo que me dio mi primera plomada, porque mi fábrica… es mi santuario.
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