Después de muchos meses alejado de mí gran pasión: la pesca deportiva, y de mis tarus amadas regrese…
Este tiempo el señor me ha echo pasar por varias pruebas sentimentales, matrimoniales, de salud y trabajo. No fué un año fácil para mí, más aún con la partida de mí padre hace unos días. Pero nuestro Dios es poderoso, él nos ama, nos pone a prueba y nos restaura para ir superando cada una de sus pruebas.
También está la ayuda de nuestros amigos, esos que siempre están… que comparten nuestra pasión y siempre nos levantan. Así fue que después de muchas invitaciones durante este año, acepte una de ellas… necesitaba reencontrarme con ellos en esta etapa. Partimos el sábado con una mañana soleada que Dios nos entregaba después de tanta lluvia.
Llegamos allá y, como siempre, entre amigos nos dedicamos a darle unos retoques a la embarcación mientras prendimos el fueguito para tirar una carnecita a las brasas y luego salir sin apuro a recorrer algunos lugarcitos que Adri tenía en vista. La tarde estaba maravillosa, un poco ventosa pero que no nos iba a complicar. Llegamos al lugar e hice mí primer tiro, a los segundos el agua explotó.
Siempre digo que esa explosión es la que nos despierta por la adrenalina que nos corre. En mí caso esta vez era una sensación diferente, todo se me juntaba: la adrenalina, la emoción, mí viejo, mis amigos y todo lo pasado en este tiempo. La sensación fue inexplicable. Luego siguió Gustavo, Walter, Adri y uno tras otro íbamos capturando hermosos ejemplares. Algunos en superficie y otros a media agua de diferentes tamaños. Eso si, cuando las buscas con una rana de Cristales Rubi no precisas pensar en un color por qué salen hasta sin pintar.
Ellas ya comenzaban a despertarse y a deleitarnos con sus ataques explosivos. Así transcurrió el resto de la tarde en diferentes lugares, hasta ya cayendo el sol seguían, era tantas que los más corajudos se animaban a pescarlas con señuelos sin anzuelos. Terminamos la jornada entre risas y bromas. Para mí fue un cable a tierra, descargue todo, me sentí contenido y querido por amigos una jornada inigualable que las imágenes hablan por si solas!
Gentileza de Omar Saravi