El Domingo 15/9/19 hicimos una salida de inicio de temporada, para nosotros, en busca de las tarariras…
Arrancamos a eso de las 4am desde Castelar junto a Lucas Soriano y Marcos Zicaro rumbo a San Pedro haciendo una parada intermedia en búsqueda de nuestro amigo Diegol Deniz. Mate de por medio y las anécdotas que nunca faltan hicieron que el viaje sea rapidísimo, mas allá de la cercanía y el buen estado de la ruta. Siendo las 7am, aproximadamente, dimos aviso a nuestro amigo/guía Oscar Marelli que ya nos estaba esperando en su hermoso trucker para navegar casi 1 hora a nuestro primer destino.
Como el día se presentaba con poco viento y el río era una maravilla, empezamos a tomar mate mientrás disfrutábamos del paisaje y la naturaleza que tanto necesitábamos. Una vez que llegamos al primer point hicimos los tiros. Una tras otra… dobletes, tripletes y dos doradillos nos dieron más ánimo, iba a ser una excelente jornada. En esta zona utilizamos lipless, gomas lastrada con cucharas y señuelos de media agua. Cerca de las 11am fuimos a nuestro segundo lugar donde Oscar iba a realizar el asado. Una exquisitez, un 10 como asador. Mientras tanto nosotros seguíamos pescando en una hermosa isla.
Allí se nos dieron piques en sub-superficie y superficie. Entre los destacados estuvieron el subwart 7 y las ranas tai intratables de Señuelos Rubí. Después del exquisito asado y una charla de como venía la jornada, seguimos pescando hasta que nuestro guía nos ofreció movernos a un arroyo. Pensando que todo era insuperable para ese día, en poco más de 40 minutos capturamos unas 100 tarariras más. Las cuevas de nuestro guía están alfombradas de tarariras.
Siendo las 17:20hs, y después de pasar un extraordinario día de pesca superando las 200 capturas entre 4 pescadores, Oscar decidió emprender la vuelta. Cuando estábamos volviendo, en mitad de camino, encontramos una vaca apantanada. De inmediato frenó su lancha y fuimos el rescate de la misma. Por suerte fue exitoso, esto lo cuento con el fin de que sepan que nadie paraba a dar una mano a esa pobre vaca y que nuestro guía/amigo Oscar (más allá de ser un estupendo guía de pesca) tiene un corazón enorme y decidió no dar por terminada la jornada hasta que esa pobre vaca salga del pantano. Un aplauso a nuestro amigo.
En unos días volvemos por más
Gentileza de Daniel Cirillo
