Me fui hasta Bragado para hacer el simbólico cierre de temporada de pesca de tarariras en la Laguna El Abuelo, que ya es como mí casa, en esta ocasión me acompañaron los Hermanos Wozchuck Adrián y Javier…
Teníamos todo el predio para nosotros solos. Está visita se postergó una semana por las lluvias, si ya no iba a estar fácil, con estás últimas precipitaciones la cosa estaría mucho peor. Si bien el agua hacia mucha falta, enfría el agua de golpe mucho más de lo que ya se estaba.
Lamentablemente con las nuevas restricciones no podía aprovechar uno de los mejores horarios de pesca: el amanecer, ya que hasta las 6am no se podía circular. Llegamos a media mañana con una nube de mosquitos enloquecidos. Nos preparamos y ya nos pusimos a pescar. La idea era pescar, lo que quedaba de la mañana, muy cerca de la casa donde están los quinchos y el asador, lógicamente estábamos pronto a preparar el asado; y después de comer salir de recorrida a lugares más remotos.
La Laguna está baja y la ortiga casi a flor de agua. Hay solo dos opciones: señuelos de superficie o softbait bien lastrados. Opte por pescar solo de superficie. Después de docenas de casteos me sorprendió un ataque que, por suerte, pude concretar. El señuelo elegido fue el Hulk de VML. ¿Por qué elegí ese señuelo?. Buena pregunta. Yo también me la hice y la verdad es que no hay nada técnico en el motivo; solo que en la última pesca (de hace muy poco en Rosario) lo puse y me llamo la atención como pescó por sobre el Predator, que siempre uso y se luce. La diferencia fue significativa, lo tenía un poco relegado pero me dio las únicas dos capturas de la mañana. Adrian y Javier ni siquiera tuvieron un ataque.
Almorzamos muy bien. Brindamos por este cierre de Temporada en Bragado y nos preparamos para ir de recorrida a lugares más lejanos de la laguna. Un lugar que me suele rendir bien hay que meterse bastante al agua (a veces hasta el pecho), y la verdad que estaba fría para hacerlo sin Waders. A la mañana fue solo hasta arriba de las rodillas y estuvo pasable, pero cuando los mellizos ya se sumergen la cosa cambia radicalmente; pero agua y ajo.
Acá se suelen dar los ataques casi de inmediato y ahora nada. Adrian tuvo un toque y ya nos dio una esperanza. Lógicamente seguía con el Hulk pero ya era momento de cambiar: puse el Predator y nada. Generalmente le doy unos 20 intentos, luego como acá es un poco más profundo porque la ortiga lo permite, puse el Grebe de Sub-superfice que acá siempre hace estragos y suelen ser más efectivos que los de superficie pero…. nada.
Coloque el Whooper Popper que también es letal y nada. El Charca y lo mismo. SkiterPop y nada. Así unos 10 señuelos más salieron a la cancha hasta que puse el Zig Zarinha de Nakamura, un paseante de gran cadencia. Al segundo tiro tuvo premio y no paro más, muchos ataques y varias capturas, todas bebés. Nunca me había pasado de sacar todas tan chiquitas, es la nueva camada que estaba probando sus dotes de cazadoras.
Ya quedaban un par de horas de luz y quería probar otro point que siempre me da buenas capturas. Había que hacer unos 30 minutos de caminata. Llegamos y el escenario había cambiado por la falta de agua, pescaba contra unos juncos que ahora estaban solos sin agua. Buscamos un hueco para entrar y adentro empezaron los ataques otra vez. Era el turno de las ranas de goma ya que había mucha vegetación afluente. Un par de capturas más y se nos fue el sol. Estábamos lejos, nos costo mucho encontrar el camino de regreso en la oscuridad. Anduvimos un poco perdidos pero por suerte llegamos y dimos por terminada la jornada y la temporada de Tarariras en El Abuelo.
Gentileza de Walter Gastladi