Con el fin de disfrutar un fin de semana en Sierras de la Ventana, nos fuimos junto a Vivi …
Ambos pudimos disfrutar de lo que nos gusta, Vivi largas caminatas serranas y Yo predisponerme frente a algún espejo de agua para hacer volar algunas moscas. Y ¿porque no? de paso mantener viva la ilusión de que en ese momento la línea se tense y comience la ultima y más esperada fase de una captura … la pelea, el izado del pez y posterior devolución.
Entendiendo que el lugar es bien complejo, que las truchas que allí pueblan el río Sauce Chico son más bien residentes de algunos pozones del mismo y por lo tanto bien esquivas a lo que le podamos ofrecer. Era más que probable volverme con las manos vacías. Tenía poco tiempo ya que no era el objetivo principal de la salida. Así que de todos modos apele a las amistades de la Appm para tener data precisa de cómo encarar.
Luego de un par de horas de pesca, el día Sábado tuve un regreso, al caer la noche, sin gloria a la cabaña. El Domingo solo tenía apenas algo más de una hora para ir por la revancha. Sin perder tiempo recorrí el trayecto de la ruta 76 para arribar de nuevo al point recomendado. Después de varios intentos con secas, resuelvo poner una Haré Ear’s con la idea de peinar un pozón que tenía frente a mí vista. Fue así que definitivamente una trucha de esos pagos esquivos me toma la ninfa y comienza su lucha para liberarse del anzuelo. Gran satisfacción de poder obtener esa captura.
Al menos para mí un momento único que me regala está actividad tal vez, o mas bien sin duda, que es imprescindible en estos casos contar con una buena cuota de suerte, pero para hacerla valer tenés que estar preparado de antemano. Gracias muchachos por que siempre estás dispuestos a brindar distintos asesoramientos, gracias Petete, Matías Monge, y José Notario.
Gentileza de Cristian Iglesias