En la provincia de Santa Fe, al haber podido controlar la circulación del virus, se fueron habilitando cada vez más actividades…
Esta situación alimentaba nuestra esperanza hasta que al fin… volvió la pesca deportiva embarcado (protocolo mediante). La felicidad de volver al río es inmensa. Volver a pescar, a errar piques, a clavar un dorado, a sacarnos esa bendita foto y como corresponde… a devolverlo.
En estos primeros días, con el río aún bajo pero con los dorados activos hemos tenido mucha actividad. Hay días de piques más sutiles, algo lentos, y otros días de piques voraces, como nos tiene acostumbrado el “tigre de los ríos”. Esto tiene que ver fundamentalmente con los cambios de temperatura, hasta que se estabilice un poco y comience a alimentarse de manera más firme.
Las condiciones de claridad del agua son ideales para pescar con señuelos y moscas. Los dorados están muy activos, incluso con portes muy buenos. Es común, sobre todo en los días más soleados y sin viento, ver mucha actividad en superficie, no sólo de los “tigres de los ríos” sino también de pequeños forrajeros que saltan para todos lados en busca de la salvación.
Con un río bajo, hay que navegar con cuidado, pero esto no nos impide ir por ellos… Dorados Rosarinos de la mano de OCEANIC TRAVEL. Ahí van las primeras fotos post cuarentena… fotos llenas de felicidad!!!
Gentileza del guia Lucas Santangelo
