El día 25 de Noviembre llegamos al kilómetro 888 del río Paraná después de cruzar el rio con una impresionante tormenta que nos jugó una mala pasada..
Ese mismo día a la tarde estuvimos calentando muñecas en baitcast sobre las barrancas donde dimos con los primeros piques de dorados. El segundo día, ya mas preparados, salimos a hacer lo mismo pero por la mañana y dimos con el primer dorado de 4,5 kg. Se escaparon otros ejemplares que se hicieron ver con sus saltos.
Al mediodía optamos por la carnada pero las palometas no nos dieron ninguna posibilidad, y por la tarde pescamos algunos bagres anclados a la costa. El tercero a la mañana solo logramos un dorado en baitcast. Desesperados por no encontrar firme la especie que buscábamos fuimos a golpear una costa con una playa en que encontramos un cardumen de dorados relativamente pequeños. Allí pudimos clavar algunos pero no subir a la lancha.
Hasta que de repente un pique nos sorprendió cortando el multi en el reel. Minutos después un dorado gigantesco, con el señuelo enganchado en la boca, saltó al lado de la embarcación. Intentamos agarrar el multifilamento pero otra vez se cortó y nunca mas volvimos ver ese dorado gigante. El cuarto por la mañana empezamos muy bien con varios piques de dorados en ese mismo lugar.
Ya el quinto salimos a la tarde a trolear en unas piedras frente al rancho donde se nos escapó un dorado grande en el primer salto. A pesar de ver mucho movimiento de sábalos, no pescamos ningún dorado. Decidimos anclarnos y pescar con carnada, momento en el que dimos con un par de armados (uno de 2,500 kg) y un pequeño bagre tape.
Esa misma noche, en la costa del rancho, se me dio un pequeño surubi atigrado, pez que vengo buscando desde que tengo 11 años. Ya el sexto día, ultimo de la semana, me tocó volver. Hermoso viaje, una aventura única que nunca olvidaremos.
Gentileza de Aitor Ezurmendia de FISH ADDICTION TEAM