02/07/19 Tarariras invernales

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El pasado Domingo 23/06, ya recorriendo los primeros días del invierno, hice lo imposible para escaparme un rato en busca de mis amadas tarariras….

Sucede que ya había salido dos veces en la misma semana; una tercera podía ser complicada de hacer pero los apasionados somos así. Lo peor, al menos en mi caso, es que me gusta todo lo relacionado a la pesca en el ámbito que sea. El Lunes 17/06 fui al camping “El Molino” bajo una lluvia torrencial a realizar una pesca variada y el Jueves 20/06 salimos con los “PAG” a pescar dorados a San José con el equipo de “Cascoteando Palos”.

Trabajé mucho en casa para ganarme unas horas de pesca para el Domingo. ¿Por qué tanta necesidad de salir el Domingo? Porque era el día ideal de esa semana para pescar tarus: temperatura relativamente templada y baja presión, el Martes se iba a poner frío según el SSN. Salí rumbo a un charco relativamente cercano cerca de las 11hs. Como siempre, tengo que hacerme camino porque siempre (o casi) se hace un camino atravesando campo. Pero lo que no había tenido en cuenta era que había llovido prácticamente toda la semana. Todavía no se como llegue hasta donde quería llegar. Sólo en el medio del campo patinando pero avanzando hasta lograr llegar a “ese” tala que me guarda siempre un lugar para estacionar.

Ya estaba armado con mi equipo, las botas, una rana + un anzuelo de repuesto y la cámara. No llevé nada más. En ese momento tenía un solo problema: el tiempo, ya que el “hechizo” me duraría hasta las 13.30hs como máximo. No había tiempo de recorrer, así que me la jugué por un lugar que conozco. Por las lluvias registradas durante la última semana el nivel de agua estaba muy por encima de lo habitual y la temperatura de la misma era muy baja, pero el día acompañaba.

 

Ni bien empiezo a ensayar mis primeros casteos buscando en los bordes de los juncales interiores, empiezo a notar algo de movimiento. Ajusto puntería y la velocidad a la que tenía que mover la rana PAG detrás de una cuchara #4 para comenzar a provocar algunos ataques mal logrados. Todas las tarariras me dieron una chance, no es como cuando están comiendo, es un tarascón a lo que pasa y listo. Si el señuelo no se acomodó bien en la boca por mejor clavada que se intente, será un nuevo yerro. La ventaja, al menos en la mayoría de los casos, es que muy probablemente el pescado se quede en el mismo lugar o cerca de donde se produjo el ataque.

Ya había provocado varios ataque con una rana blanca hasta que empiezo a dar con las primeras capturas. Si bien el ataque es tímido, una vez que se logra la clavada comienzan esas hermosas batallas. Todo iba bien hasta que pincho una de un tamaño respetable, mientras hacía sus firuletes a mis pies (aún dentro del agua) se escapa! Cuando quiero ver el señuelo me doy cuenta que estaba solo la cuchara sin su anilla. De más está decir que solo tenía un repuesto: una rana PAG negra y sólo un anzuelo. Quito la cuchara y armo solo con la rana: pierdo peso y todos los ataques se habían dado pegado al fondo… pero ¿qué mas podía hacer?

Todavía me quedaba poco menos de una hora de pesca. Intentaba que la rana baje lo mas posible pero me di cuenta que no era necesario. Los ataques fueron casi al instante, no se si fue el color…  la falta de peso… el movimiento de la rana sin la cuchara pero en unos 10 minutos antes de irme clavé 3 tarus más. Esto demuestra que a veces es necesario variar para evaluar resultados, aunque esta vez fue a la fuerza!

Aunque ya no estamos tan lejos de la nueva temporada, aún las seguimos pescando! Estas ranas son una verdadera revelación y tienen una duración muy por encima que cualquiera que conozcan; si querés comprobarlo vos mismo escribinos! Si quieren los videos que subimos súmense a nuestro canal de Youtube Pesca al Golpe!

Saludos a todos y a seguir pescando!
Gentileza de Christian Andrés López

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