Un buen pescador no es aquel que captura el pez más grande y se destaca entre grupos de amigos, sino aquel que se contenta con ver el río sabiendo que los peces está ahí y ahí deben volver…
Cuando pescamos sentimos un gozo y una satisfacción, eso es que inconscientemente lo hacemos para sedar una urgencia innata, ya que para evolucionar hasta donde estamos hoy hemos nacido con la chispa oculta en nuestros genes de PESCAR y CAZAR, obedeciendo al llamado de nuestros instintos ancestrales de supervivencia, al llamado primitivo de la adrenalina del hombre cavernario que sólo así podía asegurar su permanencia en el mundo.
PERO….. !!! ahora cuando indultamos a nuestras capturas y las liberamos lo hacemos, no por instinto primitivo sino por el convencimiento y la sabiduría que nos da esa EVOLUCIÓN de cavernario a HOMBRE PENSANTE (un ser razonable), que sabe y acepta que sin la práctica de la pesca con devolución no habrá futuro para la pesca y nuestros sucesores no podrán disfrutar de esto hermoso que el creador nos ha dado.
Gentileza de Omar Saravi





