Navegar por la noche conlleva una serie de riesgos que requieren precauciones. En nuestra vida cotidiana no estamos acostumbrados a la oscuridad, de noche nuestra visión pierde agudeza para poder apreciar los colores y necesitamos un período de unos minutos para adaptarnos. El simple hecho de ser de noche complica cualquier maniobra que por el día ejecutaríamos con facilidad, la navegación puede convertirse en una experiencia diferente, por eso siempre hay vigilar las luces de otras embarcaciones y saber identificarlas…
Las luces de navegación tienen que encenderse desde la caída del sol hasta su salida, deben imperativamente funcionar correctamente y tener los colores e intensidades requeridas por las reglamentaciones:
- Luces de Costado “Navegación”: Las luces rojas y verdes se llaman “luces de costado o luces combinadas”, porque son visibles para otra embarcación que se aproxima por el costado o de vuelta encontrada. La luz roja indica el costado de babor (izquierda) de una embarcación, la luz verde indica el costado de estribor (derecho) de una embarcación.
- Luces de Alcance: Luz blanca vista solo desde popa de la embarcación.
- Luz de Tope: Luz blanca que brilla hacia adelante, es un requisito para todas las embarcaciones a motor. Todas las embarcaciones propulsadas a motor deben usar una luz de tope, la ausencia de esta luz identifica a un velero que navega a vela.
- Luz de Todo Horizonte Blanca: En barcos a motor de menos 12 m. de eslora, esta luz se puede utilizar para combinar una luz de tope y una luz de alcance en única luz blanca que puede ser vista por otras embarcaciones desde cualquier dirección. Esta luz sirve como luz de fondeo cuando las luces de costado están apagadas.
Efecto deslumbramiento: Anula durante unos instantes toda percepción de reflejos, la visión se acostumbra a la oscuridad y entonces debemos tener cuidado ya que cualquier destello – hasta incluso moderado – puede reducir la capacidad visual. Para evitarlo es recomendable no utilizar luces violentas en cubierta.
Una pequeña linterna portátil con luz roja en el bolsillo puede ser de gran ayuda. Resulta interesante la disponibilidad de linternas (incluso sumergibles) tipo vincha o tipo minero que se colocan con elásticos en la cabeza. Ellas nos permiten disponer de ambas manos al momento de necesitarlas y además el rayo de luz se dirige automáticamente a donde dirigimos nuestra mirada.
Dentro de las iluminaciones de emergencia no debemos olvidar las bengalas que son iluminaciones pirotécnicas, podrán ser tanto de mano como aéreas y hasta dispositivos personales de bolsillo.
Por la noche puede hacer mucho frío incluso hasta en verano, por eso abrígarse bien. Otro punto a tener en cuenta es el Radar que nos ayuda a saber las distancias de las luces que vemos; también mantenerse a la escucha en el canal 16 de la VHF nos puede prevenir de ciertas situaciones. Durante la noche con la vista cuesta mucho interpretar la distancia y se hace más complicado entender los rumbos de las luces, por eso con el radar es más fácil dilucidar y juzgar la escena que tenemos a nuestro alrededor. Ante cualquier duda, y si cree que alguien se aproxima demasiado a rumbo de colisión, utilice la VHF para indicar el nombre, el tipo de barco, su velocidad y su rumbo. Nuestra vista verá el punto luminoso mucho antes de estar en peligro de colisión.
Si se puede, es muy aconsejable, adquirir un dispositivo AIS y un par de chalecos con transceptor AIS, de tal forma que si sucede algún accidente o incluso “hombre al agua” por la noche pasa de ser un evento de extremada gravedad a un sencillo ejercicio de ‘pesca’ guiada.
Daniel Rodriguez





