La posibilidad de que un tripulante de nuestra embarcacion caiga al agua es posible, por eso recomendamos practicar varias veces la maniobra de rescate. Posiblemente, la caída accidental al agua de un tripulante durante la navegación es una de las peores emergencias; también es una de las más peligrosas ya que en el 50% de los casos tiene trágicas consecuencias. La prevención es indispensable.
Hay que tomar las precauciones para que no suceda, pero si esto sucede debemos hacer lo siguiente:
- Gritar “hombre al agua” y, si es posible, designar a un tripulante para que vea y señale permanentemente la posición de la víctima.
- Detener nuestra marcha lentamente.
- Lanzarle un salvavidas.
- Una vez visualizado por el conductor, debemos encarar a la víctima siempre con la corriente a favor o el viento, y una vez sujetado detener el motor por completo, teniendo en cuenta para que no entre agua al subirlo la embarcación no se incline.
- El peor de los casos, cuando sucede algo así la víctima pueda estar golpeada, desmayada o sufrir algún principio de hipotermia dependiendo del clima, por eso debemos abrigarlo inmediatamente dándole calor y regresar a puerto lo antes posible.
- El salvavidas circular sirve para estos casos y tiene que ser del tipo aprobado para que cumpla con ciertas exigencias: necesita tener el suficiente remanente de flotación como para sustentar una persona en el agua y tiene que tener un peso determinado para poder lanzarlo a distancia. (Muchas veces escuchamos que debemos tenerlo atado al barco con un cabo 27,5 m, pero en una oportunidad en el Paraná de las Palmas sufrimos este tipo de accidente y si hubiera estado atado en ese momento no llegaba a la víctima, teniendo que recogerlo, desatarlo y volver a lanzar. Que quede a consideración de quien lo lee, fue mi experiencia y saque una conclusión al respecto: hoy la historia hubiera sido otra.)
- También algo para recomendar es que nuestra ancla cuente con un boyarin por lo menos de 20 cm. y el cabo con un gancho rápido al cáncamo de nuestra embarcación. Si alguien cae al agua es rápido soltarse del ancla, ir en su ayuda y volver luego a recuperarla. Muchas veces esos pocos minutos que tardamos en levantar el ancla hace la diferencia en la vida de la víctima.
- De noche, lance un cohete con paracaídas para iluminar el lugar.
Hasta un Nuevo Cruce de Embarcaciones !!!
Daniel Rodriguez





