Ellas se adaptan ¿y nosotros?

La carpa es un ser vivo mas de este universo. Lejos de catalogarla como mala o fea la considero un ejemplo maravilloso de la evolución de una especie que logró generar una adaptación a las más variadas y duras condiciones que se le presenten…

Un sobreviviente especializado como pocos. Por otra parte, considero un acto de absoluta inmadurez y arrogancia cuando hablamos de intentar controlar la fuerza natural. La vida se abre camino, nos guste o no, y muchas veces nosotros somos ese vehículo que la vida (en muchas de sus formas) utilizó a través de la historia para mutar o viajar.

Los primeros hombres que viajaron y colonizaron otros continentes llevaron consigo, sin saberlo, enfermedades que allí no existían, y se trajeron de vuelta materias primas que tampoco conocían. Que las cosas cambien o muten es parte de la ley universal, pero el ser humano se resiste a eso y ve una amenaza en el hecho de que las cosas se transformen pretendiendo por todos los medios de conservarlas por todo el tiempo posible. Totalmente inútil.

El accionar del hombre, como parte de este universo natural, da oportunidades a algunas especies y limita a otras. Ni malo ni bueno. Para la madre naturaleza eso no se analiza así. Si hacemos una comparación, los “blancos” bien podríamos ser las carpas en cuestión que desplazaron a las razas originarias. De hecho creo que somos carpas, nos adaptamos a todo, resistimos cualquier condición, comemos cualquier cosa. Pero la diferencia es que ellas son solo peces y nosotros seres evolucionados que las juzgamos y queremos eliminarlas de la faz de la tierra.” – Pablo Saracco en Tabú con escamas.

Gentileza de UNDERCARP | Captura y Suelta