ES CONSIDERADO UNA RAREZA PARA ESTA ZONA Y PESA UNOS 90 Kg. | El hallazgo de un ejemplar muerto de atún azul en la costa del mar de Necochea, será materia de estudio por parte de expertos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras de Mar del Plata.
El pez, que pesa unos 90 kilogramos y tiene un largo de 1,65 metros de cola a cabeza, fue hallado por el inquieto fotógrafo e investigador local de fauna Ricardo Doumecq Millieu, en una de sus habituales recorridas, equipo fotográfico en mano, por el litoral marítimo, río y paisaje campestre del distrito.
El atún se encontraba desparramado sobre la arena en el sector comprendido entre Punta Negra y Punta Florida y se desconoce cómo llegó allí, existiendo la conjetura de que haya sido arrojado desde un pesquero.
Casi Inédito
Doumecq Millieu precisó que “poco se sabe de los atunes en nuestro país, aunque se han encontrado muertos en otras oportunidades”.
Asimismo, desde su conocimiento sostuvo que “de las especies existentes en todo el mundo la que mejor concuerda es el atún de aletas azules del sur (Thunnus maccoyii) también conocido como atún rojo del sur. Estos atunes pueden ser algo más chicos que sus parientes del Atlántico Norte llegando a pesar hasta 260 kg. Son habitantes de aguas abiertas y su área de distribución está en todos los océanos del sur, principalmente entre 30 y 50 grados latitud Sur”.
Luego explicó a Ecos Diarios que “la reproducción del atún rojo del Sur tiene lugar justo al sureste de la isla de Java, en Indonesia. Hay algunos antecedentes similares en Bahía San Blas y en San Antonio Oeste aunque poco se sabe sobre su presencia en nuestras costas. Este pez tiene la particularidad de ser de sangre caliente lo que le permite vivir en aguas muy frías si bien sus lugares de reproducción son en aguas cálidas en islas de Indonesia”.
Evitar la extinción
Esta especie de atún se desplaza “alimentándose sin cesar a velocidad crucero entre 5 y 7 kilómetros por hora, pero se sabe que puede arremeter en cortos periodos a velocidades cercanas a los 70 kilómetros por hora. Otra de las particularidades es que deben nadar permanentemente pues sino su elevado peso específico hace que se hundan hacia el fondo”, manifestó el entusiasta investigador.
Con su habitual lenguaje de docencia sobre las especies que encuentra, Doumecq Millieu comentó que “ha sido capturado hasta el hartazgo y su carne es de elevado valor, pagándose en Japón hasta U$S 10.000 la unidad. La pesca se realiza principalmente en forma de red de cerco en Australia y la pesca de palangre en los otros estados del área, como Nueva Zelanda, Japón, la República de Corea, Taiwán e Indonesia, pese a que su número ha disminuido por la pesca y se ha desarrollado algunas estrategias para evitar su extinción”.
Estudio de la pieza
El investigador reveló que “si bien estaba comido, la pieza aún no tenia olor. Por lo tanto la colocamos en el freezer y en próximos días será examinada”.
Doumecq Millieu se contactó con el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras de Mar del Plata y la semana entrante llegará a Necochea un investigador, que lo retirará para observarlo y analizarlo en el Laboratorio de Biotaxonomía Morfológica y Molecular de Peces de dicho organismo.
En la oportunidad le efectuarán estudios de ADN y se buscará definir de dónde vino el ejemplar de atún a la costa necochense.