Orden: Cypriniformes
Familia: Cyprinidae
Especie originaria del Lejano Oriente, la carpa acompaño al hombre desde tiempos antiguos en una peregrinación que le ha llevado a poblar aguas distantes. Los romanos la introdujeron en Europa en épocas del imperio, donde es hoy una especie habitual. En nuestro continente, su presencia data de principios del siglo XX, tiempo escaso, pero que le ha permitido distribuirse abundantemente.
La encontramos en los embalses cordobeses, en Neuquén y en el sur de la cuenca del Plata hasta algunas lagunas Encadenadas. En el Rio de la Plata es cada vez mas frecuente, lo que hace necesario que se realicen estudios para conocer como afecta a la fauna local y plantear así un control efectivo.
La carpa se alimenta de vegetales y de las sustancias orgánicas del fango, y parece verse beneficiada por las alteraciones humanas en los ecosistemas. Para comer se desplaza en cardúmenes, removiendo el fondo, con lo que desarraiga plantas y huevos de peces, y enturbia el agua al levantar el material ya decantado. Sus hábitos alimenticios hacen que acumule contaminantes, los que se alojan en su abundante grasa.
Es buscada por los pescadores deportivos, quienes usan como carnada masas preparadas: existe infinidad de recetas, que incluyen habitualmente harinas de diversos cereales y condimentos fuertes, como el anís. Además de la forma habitual, aparece con menor frecuencia una variedad conocida como “de espejo”, con grandes escamas distribuidas irregularmente en el cuerpo.
Fuente: 100 peces Argentinos (Hernan Laita – Gustavo Aparicio)
