Hay detalles a tener en cuenta según el pez que intentamos pescar:
- Hay territoriales, solitarios y otros se mueven en cardúmenes.
- Algunos tienen un hábito de alimentación diurna, otros nocturno y muchos buscan su alimento dependiendo de la altura de las mareas.
- Hay peces que viven en cuevas o protegidos por las piedras. Muchas veces sucede que el aparejo pasa cerca de sus refugios y atacan la carnada más por irritación que por hambre o necesidad de alimentarse. Generalmente estos peces son de hábitos nocturnos. En el mar, pescando de costa, la mayor actividad se produce con el mar en creciente. Los mejores momentos, los más propicios para realizar la pesca, se suscitan durante las dos últimas horas de la subida del agua. Por tal motivo, cuando se pesca en el mar es conveniente ir provisto de una tabla de marea.
- Con temperaturas muy bajas los peces se aletargan y dejan de comer. Buscarán la profundidad procurándose una temperatura del agua que les resulte agradable.
- Con luna llena la actividad de los peces merma. Los mejores periodos lunares son con luna nueva o menguante.
- Otro detalle importante es la carnada. No hay que dejarla mucho tiempo en el anzuelo. En caso de no tener pique, se lava y se pierde la eficacia. Cambiarla seguido marcará la diferencia.
En cuanto al pejerrey, se presenta con mucha actividad en los días de viento y aguas muy oxigenadas al recibir la acción eólica. Si anda solo o en cardumen, su forma de comer será distinta. Al ir solo, el pez toma su tiempo y no es agresivo, es más selectivo con lo que se le ofrece. Si pescamos con boya se nota todo lo explicado por la forma en que esta se mueve. En cambio, cuando se mueve en cardumen es mucho más voraz a la hora de tomar la carnada, pues compite con el resto de los peces disputando el mismo bocado.
Fuente: Libro “Pescando en Argentina con Alvarito”





