Este día quedará guardado en nuestras retinas por mucho tiempo, por la cantidad de tarariras a pez visto en su mayoría dirá el 90 %..
Volvieron nuevamente Martín y Leandro pero esta vez trajeron a un nuevo compañero: Julio con sus señuelos artesanales de excelencia. Probamos varios modelos y todos con éxitos. Recorrimos a la mañana unos point sin éxito sólo una tarariras de buen tamaño; amargados, pero claro cayo una helada machaza esa que cortan las carnes y con 3 grados ¿difícil que piquen no?.
Paramos a comer algo y a planificar la tarde. Arrancamos para otro lugar totalmente distinto recorriendo más de 40 km de un point a otro, llegamos y al primer tiro clavamos una, no se paro de pescar. Como de costumbre después de una helada el viento se hizo presente, fuerte y helado, por suerte acompañaba el sol intenso.
Arrancamos con señuelos de fondo gomas yum color azul con una hélice o cuchara fue infalible. Pequeños señuelos con paleta chica; en un momento les digo a los chicos cambien vamos de superficie y la fiesta cambio de rumbo. Un festín ver tomar las tarariras en superficie, es lo que hace a esta especie tan especial verlas venir detrás de nuestros señuelos y verlos atacar con esa voracidad es una locura.
Se termina la jornada y nos agarro la noche en el campo con un frío tremendo pero lleno de alegría de que en agosto la jornada fue un éxito. Mis clientes ya amigos que pudieron pescar en distintas formas y yo feliz por otro éxito logrado.
Gentileza del guia Daniel Ferreyra
