Luego de navegar dos horas por el intrincado Delta de la Lechiguanas, partiendo de la ciudad de Ramallo, arribamos al lugar de pesca..
Al principio movimos algunos dorados en las correderas y luego nos metimos de lleno a lo que vinimos a buscar: las tarariras. Primero paramos en una salida de agua junto a Luis y aprovechamos para degustar unas bondiolas que trajo Emilio.
Después de comer empezó la fiesta con ataques explosivos en al agua, realmente los portes son interesantes. Pescamos en la modalidad de Bait con señuelos de superficie y sub-superficie. Nos metimos a una lengua de agua paralela al cauce del río y se completó la jornada con cientos de capturas, muchas superaban los 2 k y algunas arañaban los 3k. Jornada 100% con devolución.
Gentileza de Heraldo Oscar Waridel





