Hace algunos años desarrollábamos un informe con respecto a la captura de esturiones en el espigón de la Asociación Argentina de Pesca, mas precisamente en 1996. El tiempo fue pasando y quedó como una anécdota de pescadores, mas allá de las explicaciones del caso en particular. Pero… la historia de éste “intruso” en la Argentina, siguió…
Durante las tareas de monitoreo de desembarco de pesca artesanal realizadas en el paraje Comi Pini, cercano a la ciudad de Arocena, técnicos de la Dirección General de Manejo Sustentable de los Recursos Pesqueros del Ministerio de Medio Ambiente constataron la presencia de un esturión, pez exótico y fuera de lo común, ya que su origen es en áreas templadas y frías del hemisferio norte.
La especie exótica, del orden acipenseriformes, “esturiones”, perteneciente a un antiguo linaje de peces, habita aguas marinas y continentales. Estos peces se distinguen por la presencia de un hocico muy pronunciado, cinco líneas de placas cubriendo parte del cuerpo y una boca protráctil en posición ventral; comen en el fondo – bentófagos – y pueden alcanzar los dos metros de largo. El ejemplar fue capturado en la laguna Coronda por Nelson Cesar Kaczaluva, pescador artesanal de la zona, y pesó 1,320 kilos. Se estima que proviene de un criadero ubicado en la zona del río Negro, en la República Oriental del Uruguay, o de algún emprendimiento no declarado en ésa región. Si bien no hay indicios de la existencia de una población asilvestrada, la probabilidad existe y con ella el riesgo de efectos desconocidos sobre la ictiofauna autóctona.
La dirección general de Manejo Sustentable de los Recursos Pesqueros continuará realizando estudios biológicos complementarios con el objetivo de determinar el origen de este pez. Claro que, la cosa no queda ahí si hurgamos un poquito más, en el 2011, la aparición en las aguas del río Paraná de un esturión, conmocionó a la comunidad de pescadores de la localidad santafesina de Granadero Baigorria, cerca de Rosario. El ejemplar, que midió cerca de un metro de largo y pesó más de 4 kilos, quedó atrapado en las redes lanzadas por dos pescadores, acostumbrados a una fauna compuesta por sábalos, bogas y los enormes surubíes, entre otras especies autóctonas.
El extraño pez, apreciado por su carne y por sus huevas que se convierten en lujosos platos de caviar, fue confinado por varias horas a una canoa semihundida que hacía las veces de estanque.
La aparición del pez, totalmente ajeno a la fauna habitual del Paraná, conmocionó al Barrio de Pescadores de Baigorria, especialmente cuando los mismos pescadores descubrieron que se trataba de un pez proveniente de sitios lejanos como el interior de China, Mongolia, Siberia, Azerbaiján o Afganistán. También llamó la atención de expertos, sobre todo biólogos del Museo de Ciencias Naturales Scasso, que funciona en la ciudad bonaerense de San Nicolás, que vienen estudiando la aparición, desde el año 2000, de varios ejemplares de esturión en la cuenca del Plata.
Las apariciones son adjudicadas al escape de miles de ejemplares de esturión siberiano de un criadero que se había instalado cerca de la represa Rincón de Baygorria, en el Río Negro, el principal que atraviesa el Uruguay.
El escape, ocurrido en 1996, diseminó ejemplares por la zona y se registraron varios avistajes del pez con lomo compuesto por placas y largo hocico, que al parecer conservó su forma desde la época en que los dinosaurios dominaban la tierra.
Beatriz Giacosa, bióloga del Museo de Ciencias Naturales Scasso, aseguró que si bien se registraron varios encuentros con esos peces norteños en el río Uruguay, el Río de la Plata y en el Paraná, hasta Rosario, los últimos ejemplares “estaban enflaquecidos y en muy mal estado, por lo que se pensaba que se habían extinguido”.
Cosas vederes, Sancho… y las que nos resta ver.
Gentileza de DANIEL CONSOLE de Diario Oral del Pescador





