27/01/17 Tapiocas en la Costa Bonaerense

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Son medusas muy pequeñas, de menos de un centímetro, que pueden provocar irritación y ardor. Son molestas, pero no causan problemas a la salud de las personas. Los episodios de mayor acumulación son temporales. Forman parte del grupo de unas 100 medusas del Mar Argentino…

La liriope tetraphylla es una medusa muy común en toda la costa de la provincia de Buenos Aires. Está todo el año en el agua, pero en verano es mucho más abundante porque al aumentar la temperatura y el alimento -plancton- se reproducen más y aumenta el número que hay en el mar. Es una medusa que mide aproximadamente entre uno y dos centímetros. Es totalmente transparente y tienen ocho tentáculos de los cuales cuatro son los que tiene veneno. Si bien tienen movilidad hacia arriba y hacia abajo, son tan chiquitas que la corriente las lleva, no tienen demasiada independencia de movimiento y eso hace que estén muy juntas o separadas según las condiciones. Y cuando se ven en la costa, en general hay muchas juntas en un solo lugar.

Las altas temperaturas de los últimos días en la Costa Atlántica eran la excusa perfecta para que los turistas puedan aprovechar de la playa y el mar, pero hubo lugares como Pinamar o Villa Gesell que sufrieron la invasión de las ‘tapiocas’, una especie de aguas vivas imperceptibles a simple vista, pero que al tomar contacto con la piel dejan sus marcas. El viento de tierra, es decir el que sopla desde el continente hacia el mar, es el que atrae a las tapiocas.

Si bien en Mar del Plata no se han reportado casos de “picaduras”, el científico aseveró que “están” en la zona. “Probablemente en Mar del Plata no se ha dado la combinación de factores de la misma forma que en Gesell o Pinamar, pero si sumergís una red en el puerto durante 10 días, es muy probable que en 6 o 7, saques tapiocas” ejemplificó Agustín Schiariti.

Juan Manuel Martínez, subdirector de las playas de Villa Gesell, se refirió a la invasión de tapiocas y aconsejó a los turistas. “Se recomienda una ducha de agua dulce, no refregarse las partes sensibles y en caso de que continúe el ardor, consultar con un médico“, indicó. “Donde más se aloja es en las mallas y arde en las axilas y párpados. Como la temperatura del mar es cálida, va a haber tapiocas. Cuando pase el viento sur, quedan en la orilla y van desapareciendo“, agregó.

Schiaritti, que se desempeña en el Instituto de Investigación y Desarrollo Pesquero, señaló que este tipo de medusa, la Liriope Tetraphylla, “tiene una toxina muy suave que no se siente en gran parte del cuerpo humano, pero que sí produce irritación y ardor en las partes sensibles y mucosas, especialmente si se meten dentro del traje de baño“.

No se trata de un tiburón asesino, ni impide meterse al mar. Es un fenómeno muy frecuente y sólo en casos muy excepcionales por alergias puntuales a las medusas pueden causar alguna reacción”, señaló. “Argentina no es un país con problemas de medusas para el turismo, como sí sucede por ejemplo en Australia, donde existen políticas públicas para prevenir“, agregó.

Schiaritti aseguró que el mejor antídoto ante un ataque de este tipo de medusas es “remover con un chorro fuerte de agua los restos de los filamentos que liberan la toxina, un chorro de vinagre, ácido acético, o cambiarse la malla“.

Fuente: LaVoz – LaCapital – LaNacion

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