¿Como explicar lo vivido durante una semana de pesca en la isla Robinson Crusoe?, después de más de 15 meses trabajando para lograr llegar a este destino, si bien las expectativas eran muy altas, creo que jamás en mi vida ni en la de los 7 “pescadores- amigos” que me acompañaron en esta locura, lo hubiésemos imaginado.
Antes de comenzar el relato, quiero agradecer desde lo más profundo de mi corazón a estas 7 maravillosas personas y pescadores que me acompañaron : Roberto Debiassi (jeringa), Pablo Crosseti, Marcelo Hernandez (Marculo), Cacho Valcarce, Eduardo Bruno (Saeta), Carli Monti (Pía) y Julio Erro (el correntino), por haber depositado tanta confianza en Aquafish-Argentina, para concretar esta ilusión de poder pescar los grandes limones que hay solamente en Nueva Zelanda y en la Isla Robinson Crusoe, de hace muchos años.
Les aseguro que todo lo que pueda contarles a través de estas líneas, jamás reflejará lo vivido, ya que fue algo mágico. Al día de hoy ninguno de los que participo de este tour sabemos a ciencia cierta la cantidad de capturas que tuvimos en 5 días y medio de pesca, algunos decimos 500, otros 600 y otros 700, la verdad.. no importa.
Para tratar de graficar lo que fue nuestra primera salida les puedo contar que llegamos a la isla a las 16 hs, y que ya a las 17 hs estábamos saliendo en las dos lanchas para 4 pescadores cada una, a realizar los primeros intentos. Nuestro anfitrión, amigo, capitán y una de las mejores personas que he conocido en toda mi vida en tantos lugares del mundo que he visitado, Rudy, navegó del muelle del pueblo no más de 1000 metros, buscó la marca y nos dijo: – Prueben acá, lo que al mismo tiempo su suegro,CHATO, capitán de la otra embarcación, pegado a nosotros hizo con los 4 pescadores que iban con él.
Llegamos al fondo a unos 70 metros de profundidad, y luego de dar un par de vueltas con las manivelas de nuestros reeles, los 8 a la vez teníamos prendidos un limón cada uno entre los 15 y 25 kg. Quedamos totalmente atónitos, nos mirábamos unos a otros y no entendíamos nada, nos parecía estar viviendo una ficción. Pescamos no más de tres horas y media, y cuando llegamos al lodge hablamos entre todos de lo que serían nuestros próximos 5 días… si solo a 1000 metros del muelle habíamos capturado esos animales.
Y lo que pensamos se fue cumpliendo día a día, nuestro operador nos fue llevando a los mejores lugares de menor a mayor, al punto que en nuestro último día de pesca, todos los limones que sacamos superaban los 20 kg holgadamente. Creo haber vivido la experiencia de pesca más mágica de toda mi vida como pescador deportivo, no la puedo comparar con ninguna otra pesca jamás vivida, al punto de poder asegurarle a cualquiera, que de este destino es imposible no volver con el cuerpo literalmente demolido.
Espero que muchos pescadores, sobre todo los más apasionados en la pesca de limones, tanto a jigging como a popping, tengan la posibilidad en algún momento de poder vivir esta experiencia. En lo personal no tengo dudas que volveré con muchos de nuestros amigos varias veces por año a revivir este sueño.
Es un gran orgullo para nuestra empresa, Aquafish-Argentina, haber sido pioneros y haber descubierto este paradisíaco destino, que muchos pescadores jamás pensaron siquiera que existía.
Les mando un fuerte abrazo y espero que disfruten de algunas de estas imágenes …
Mariano de la Rúa
