En 2009, cuando bajó el nivel de la laguna y aumentó su salinidad, los pejerreyes desaparecieron de Mar Chiquita, y con ellos los pescadores. En la última temporada, con las constantes lluvias en el este de la Provincia y en toda la cuenca de Ansenuza, comenzó a subir el nivel del agua, bajó la salinidad y los peces volvieron a habitar la zona.
Enrique Bucher, director de la estación biológica del Programa de investigación de la laguna Mar Chiquita del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba (Promar) en Miramar, explicó que el fenómeno comenzó a observarse a fines del año pasado, luego de la primavera. El especialista aseguró que la concentración de sal en el agua bajó a 41 gramos por litro, mientras que en 2009 ese registro estaba en 46, lo que supera el límite de tolerancia del pejerrey.
“Es la segunda vez desde la historia de la laguna que llega a un nivel tan bajo de salinidad. Esto tendría conexión con el cambio climático global, ya que las previsiones apuntan un incremento de precipitaciones para el este de Argentina. Es algo que desde hace un tiempo estamos viviendo y se ve reflejado también en el alto nivel que presenta la laguna. Es de esperar que esta situación se pueda mantener en el tiempo, pero también se trata ciclos”, dijo.
El pejerrey desciende a la laguna por los ríos Dulce, Primero y Segundo, los principales afluentes de Mar Chiquita. Una de las zonas preferidas por los pescadores es Laguna del Plata, un espejo secundario del mar de Ansenuza que se encuentra entre Marull y La Para. Bucher indicó que en este espacio el pejerrey nunca desapareció del todo y, probablemente, nunca se extinga debido a que su salinidad es menor.
Ahora que el pejerrey volvió a Mar Chiquita, los municipios evalúan un plan de conservación, pero el biólogo dijo que “por las dimensiones de la laguna, la presión que ejerce la pesca deportiva sobre la población de estos peces no tiene ningún significado”.





