Viajar a la ROU en busca de tornasoles es una experiencia única, por sus paisajes, por la cantidad de fauna que se observa y en especial por las capturas…
Este pez cautiva, su comportamiento es muy particular, caprichoso, robusto y feroz en el ataque. Pescarlos con mosca en arroyos cristalinos transforma la experiencia en una bomba de adrenalina a punto de explotar. Nuestras excursiones no son sólo salidas de pesca, buscar estos peces en pequeños arroyos requiere un esfuerzo físico importante, se caminan unos cuantos kilómetros en campos rocosos, con mochilas cargadas y casteando de ida y vuelta.
El sol empezaba a despuntar y se hacía notoria la helada que había caído. Agosto suele ser así, entre cálido y frío, no es lo ideal pero teníamos buena perspectiva, casi no llovió en la semana y la temperatura había sido pareja. Fue una mañana muy fría, pero sabíamos que el sol nos llevaría hasta casi los 20 grados.
Entre mates y charlas recorrimos los ciento y algo de kilómetros que nos separan de este paraíso. Al llegar se sentía una briza fría, pero era muy prometedor el estado en que se encontraban los arroyos. Buena altura y el agua cristalina, esto nos daría la oportunidad de pescar a pez visto, una experiencia que termina por enloquecerte. En esta época del año las Azules se encuentran lentas, todavía su metabolismo no llegó a su esplendor, así que sabíamos que teníamos que tener paciencia y calcular cada paso.
Las primeras horas de la mañana fueron duras, sin capturas, sin avistajes. Recién después de las diez de la mañana obtuvimos la primera captura, rabiosa detrás de una piedra se encontraba tomando sol. El paso lento de un Popper negro de cola verde, ruidoso y voluminoso la hizo explotar, tomó de manera franca y con energía. A partir de este momento sabíamos que las habíamos encontrado, era un arroyo no muy profundo, pedregoso y cristalino, geografía típica en el centro de la ROU. Era mediodía y la actividad aumentó. Tuvimos varias capturas hasta que pasadas las 4 de la tarde se empieza a sentir el descenso de la temperatura, las sombras se alargan y el agua se enfría, ese es el momento de regresar, la vuelta.
Moscas
Los streamers de media agua fueron muy efectivos, no muy largos, de 10 cm como máximo. El craftfur y el Zonker hicieron la diferencia. La mayoría de colores claros combinados con rojos, naranjas, amarillos, verde oliva y negros. El contraste parece que fue el disparador. Las capturas en superficie fueron todas con poppers de corcho o de goma eva, de colores oscuros y colas claras; ruidosos y con volumen. Usamos cañas desde #6 a #8 con líneas de flote (ideal con torpedos cortos) y líderes de no más de 1,7 metros.
La vuelta
La tarde llegaba fresca y con ráfagas de viento. Era el momento de volver, desandar el camino. El disfrute estuvo al tope, adrenalina, buenas capturas, anécdotas de piques perdidos. Ya se empieza a sentir las ganas de volver. Tanta grandeza que nos entrega la naturaleza en un pez que mezcla la sutileza y la furia sería una lástima que desaparezca. Es un recurso turístico incalculable. ¿Será que en algún momento se tomará conciencia sobre su valor?
Sin dudas la tararira azul es el pez distintivo de la ROU, su resguardo debería ser un hecho a esta altura. Su hábitat es muy frágil, y no pocas veces hemos visto redes cruzando por completo algunos arroyos. Enormes coladores de vida. Esperemos que se tome conciencia y puedan cambiar el paradigma de la pesca extractiva. Un pez vivo en el río tiene un poder económico infinitamente mayor que un pez muerto en la parrilla. Practiquen la pesca de manera sustentable. Pesquen y devuelvan.
Nos vemos en algún río, buena pesca para todos.
Gentileza de Alejandro Milesi de Los Tábanos





