21/09/15 Lobos de Gualeguay

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… Lo tenemos en la sangre y lucha por salir, despertábamos del letargo, de la hibernación, y después de la temporada invernal, necesitábamos salir nuevamente a patear campos, y reencontrarnos con los “lobos”, estas luchadoras sin ley que tanto nos apasionan: Las tarus.

ORGANIZANDO

La idea era simple: Arrancar la temporada con todo. Pero ¿A dónde ir? Después de pensarlo un poco decidimos ponernos en contacto con uno de los más reconocidos gurús tarucheros: Jorge Cot, guía de pesca de Gualeguay, un verdadero maestro, acérrimo defensor de la pesca deportiva, y para siempre un amigo. Con él organizamos para salir a buscar a las dientonas por los charcos entrerianos. Esta vez, salió el comando original: Lagumercindor (Fer) Manosdemanteca (Juan) y el Comandante Vitivinícola (Manuel).

Tres peregrinos y una misión: Encontrar a los lobos. 

LA SALIDA

Encaramos la ruta bien temprano para Gualeguay. Habíamos acordado con Jorge para encontrarnos las 8:30 de la mañana, y con la ansiedad que teníamos, no queríamos llegar ni un segundo tarde. Como habíamos salido con tiempo pudimos hacer el camino bien tranquilos, con poco tránsito, y cebándonos con la idea de poder entrar a la cancha con semejante pescador: pura ansiedad.

A la hora señalada nos encontramos, y Jorge nos pintó el panorama: Las recientes inundaciones habían dejado los campos llenos de agua por todos lados, y a las tarus muy “desparramadas”; por lo que íbamos a tener que laburar bastante, pero nos afirmó que estar, estaban. No hizo falta más, nos subimos a la chata, y entre historias de pesca compartidas, enfilamos por los campos hacia el lugar indicado para empezar a rastrillar los canales.


LOS PRIMEROS TIROS

La adrenalina y la ansiedad se equilibran en el máximo tope de emoción, los equipos se arman apresuradamente, pero sin descuidar ningún detalle, vamos a enfrentarnos nuevamente a las dientonas, vamos a vivir de nuevo…

Después de media hora de campo y caminos de tierra, llegamos al primer lugar donde probaríamos, uno de esos paraísos tarucheros a los que sólo Jorge tiene acceso, que por las inundaciones estaban desbordados, lo que hacía que toda la zona este plagada de “tajamares”, en los que tentaríamos a las bichas.

El día asomaba espectacular, mucho sol, y no demasiado frío. El único problema era el viento, que se mantenía constante y rizaba el agua considerablemente, y si hay algo que reduce el ataque de las tarariras es el viento.

Para arrancar, Juan y Fer intentaríamos con paseantes, mientras que El Comandante con una cuchara giratoria antienganche.

Fer comenzó en un lugar donde el desborde formaba una “isla” de tierra pegada al canal, haciendo pasar su artificial casi pegado a la orilla. Al segundo tiro, a medio camino del recorrido total del muñeco, explota el agua, pero la bicha le pifia y no muerde el señuelo: ¡No lo podíamos creer! No llevábamos ni diez minutos intentando y ya teníamos el primer ataque: El día pintaba prometedor… Fer siguió intentando, porque esa taru no se había pinchado y seguramente vendría por más, y al tercer intento, explosión en el agua, y ahora si, a pelear. Era un tren, sacaba multi como un demonio, y esta vez, fue ella quien ganó la batalla: cuando casi estaba afuera, dió un salto de esos que no se olvidan, y escupió el señuelo, venciendo a su oponente y ganándose su libertad.

Después de esto, y viendo que por el viento el agua se rizaba mucho y hacía muy dificultoso el trabajo de los paseantes, decidimos cambiar por cucharas con gomitas (como dice Jorge: es como ponerle un Sugus) y spinners ¡Había que empezar a levantarlas del fondo!

 

LA “RECETA”

El cambió de artificiales fue un éxito: al segundo tiro, Fer, siente el tirón esperado y clava: Adrenalina total, la taru combatió sin guardarse nada, pero al final se rindió y salió del agua: Un hermoso bicho que, a ojo de buen cubero, andaría por el kilo y medio. ¡La primera de la temporada! Alegría, fotos, y al agua nuevamente.

Fer estaba de racha, en los cuatro tiros siguientes, sacó dos tarusaurias más ¡Un promedio increíble!

Casi inmediatamente después de esto, Manosdemanteca (Juan) Clava su primer taru de la jornada, y comienza su pelea: saltos y salidas fuera del agua, esas que tanto amamos los tarucheros. Devolución, y a seguir tirando.

Al rato, la caña de Juan nuevamente se arquea y arranca una dura pelea. Cuando logró sacarla del agua vimos por qué: ¡Debería andar cerca de los dos kilos de rabia la bicha! Ese fue el primer verdadero “Mostro” de la jornada.


COMIENZOS

El comandante vitivinícola no quería ser menos, y estaba dando vueltas por todos lados para agarrar su propio “mostro”. Si bien es un pescador experimentado, era la primera vez en su vida que probaba el baitcasting, y estaba bastante ansioso. Mientras Fer y Juan seguían concentrados en el lugar inicial, el enfiló con Jorge para otro lugarcito que estaba a unos metros, y después de un rato lo vemos venir: ¡Se salía de la vaina de contento, el loco! Traía una hermosa taranga para que la fotografiemos, la que quedó para siempre en su memoria: La primera que pescaba con bait. Fotos, chanzas y al agua de nuevo.

 

LA FIESTA

Toda la mañana continuó así, tuvimos tantos piques y ataques qué, relmente, perdimos la cuenta de los mismos. Hubo momentos en que era difícil filmar, fotografiar las capturas, y pescar, con lo que Manos de manteca se “hizo el camarógrafo” para disimular que venía de atrás en el conteo, pero así y todo no daba abasto ¡Un verdadero espectáculo! Todos ejemplares muy sanos y de un tamaño espectacular, ninguna bajó del kilo y medio, y hubo dos verdaderos dinosaurios que, fácil, superaban los dos kilos y medio.

Llegado el mediodía el pique aflojo bastante, por lo que decidimos parar a almorzar y reponer fuerzas para la tarde.

EL SEGUNDO ROUND

La tarde se puso más difícil, y las tarariras más exquisitas, no querían morder nada de lo que les tirábamos. Así estábamos hasta que encontramos el por qué: las bichas se habían metido todas debajo de los camalotes, y ahí comenzó el verdadero laburo: Sacarlas de ahí abajo; hacerlas enojar enserio. Manosdemanteca y Lagumercindor; Juan y Fer, verdaderos maníacos tarucheros, aceptaron el reto, y se pusieron a remontar un canal que prometía.

Parada cada 10, 15 metros, ranas antienganche y lances al camalotal. La idea es ir haciendo ruido, y “arrastrar” las tarus atrás de los señuelos hacia los limpiones de agua, donde se puede tirar paseantes y cucharas para que trabajen bien. Esta técnica, si bien difícil (y a veces exasperante) es también la más divertida de todas, porque es donde se ve la “muñeca” del pescador, y lo cristalino del agua nos dejaba ver a las tarus en todo su esplendor, agresivas, desconfiadas, hermosas.

Lagumercindor y Manosdemanteca estuvieron a la altura del desafío, y trabajando en equipo, remontaron toda la cancha (unos 800 o 900 metros), sacaron de su escondite y “pincharon” más de 10 tarus.

Así, con el día desangrándose en un atardecer épico, cansados, mojados, quemados por el sol, pero inmensamente felices, dimos por terminada la jornada, y arrancamos la vuelta.


LA CONCLUSIÓN

Qué decir de esta salida, fue una de esas que quedan en el recuerdo del pescador para siempre. No queda más que agradecer la pericia y la buena onda de Jorge Cot, un verdadero maestro, sin el cual no hubiéramos podido hacer la pesca que hicimos. Si quieren salir verdaderamente a “Pinchar Mostros” no lo duden y pónganse en contacto con él, no los va a decepcionar.

REFLEXIONES

Gualeguay es un lugar increíble, lleno de vida silvestre y estos verdaderos dinosaurios que tanto amamos.

Todas las tarus que pescamos fueron devueltas con todo el respeto que merecen, y esto es también lo que hace que podamos volver a tener estos duelos.

Pesquemos con conciencia, démosle a estas luchadoras otra oportunidad de vivir y volver a enfrentarnos otro día; para nosotros y para los que vendrán detrás.

La aventura llegó a su fin, y estamos nuevamente llenos de escamas, de alegría, estamos en el lugar en el que nacimos para estar, estamos pescando, estamos vivos…


Texto y fotos: Fernando Otero – Juan Manuel Otero / ”Pinchando Mostros”
Servicios: Jorge Alejandro Cot, Guía de pesca en Gualeguay.
Facebook: Jorge
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Pinchando Mostros

Somos dos enfermos de la pesca con artificiales, que quieren compartir su enfermedad... y ponerle algo de rock!

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