Con pescadores que ya hemos compartido un buen puñado de horas encima del barco, suele haber una total confianza y bastante más que buen feeling. Generalmente todo suele ser más llevadero y gratificante desde el minuto cero aunque la responsabilidad y las ganas de hacerlo lo mejor posible, siguen siendo exactamente las mismas que cualquier otro día…
Para Dani iba a ser la tercera vez que pescaba con nosotros, para Javi la segunda. En esta ocasión tocaba cambiar de aires y escenario. El objetivo era intentar marcarnos una entretenida jornada de pesca multi-especies y con esa idea planificamos todo previamente. A priori, las previsiones eran buenas. Los peces habían mostrado bastante actividad durante los días anteriores.
Primera parada, primer lance a la limón y doblete de lucio y barbo. El día empezaba de la mejor manera posible pero esta vez, sólo fué un pequeño espejismo. Pronto empezamos a percatarnos de que los peces no nos lo iban a poner fácil y que íbamos a tener que currárnoslo para lograr subir al barco cada pez. Aunque en menores concentraciones que en jornadas anteriores, los peces seguían estando en zonas y posturas controladas pero mostraban muy poco interés por nuestros engaños. Aun así, gracias a la perseverancia y buena hacer de Javi y Dani, antes de la parada para comer, ya habíamos logrado capturar algún pez entre picadas sutiles e inapetentes.
Confiábamos que en algún momento las tornas cambiarían pero la moral empezaba a estar más baja con el paso de los minutos y la apatía que seguían mostrando de los peces. Ya avanzada la tarde, en una de las posturas en las que paramos, empezamos a percibir un ligero cambio en la actitud de nuestros amigos. Varias picadas fallidas después y con varios barbos más en el marcador, parecía que la cosa se animaba.
Se acercaba la recta final en la que teníamos puestas grandes esperanzas, aunque en esto, ya se sabe, casi nada es predecible. Esta vez la pesca fue justa con los protagonistas de esta salida y les regaló un final de fiesta vibrante y lleno de acción que nos dejó con un gran sabor de boca y sirvió para arreglar con creces los números finales de la jornada. Estos días en los que los peces lo ponen muy difícil, si al final logras resarcirte, siempre son especiales. Valoras y disfrutas muchísimo más cada captura y sirven para dejarte muy claro que en la pesca todo puede cambiar en un instante. Por eso hay que seguir ahí, nunca bajar los brazos.
Muy contento por Javi y por Dani porque a pesar de que no tuvieron suerte con la actitud que mostraron los peces durante gran parte del día, pusieron todo de su parte para vencer a las adversidades y con mucho tesón y empeño lograron rematar la jornada con un buen puñado de capturas. Como siempre, gracias por dejarlo todo en el agua y por permitirme seguir compartiendo grandes momentos con tan buena gente como vosotros.
Gentileza de BO Fishing – Guia de Pesca