La tarde del Sábado conseguimos movilidad para las dos embarcaciones, asi que sin mas dudarlo en un rato nos organizamos para partir al clásico rincón taruchero. Salimos en la madrugada lluviosa sabiendo que el clima iba a estar al límite.
La mañana arrancó con poca actividad de las tarariras, aún asi a pesar del poco movimiento y agua muy sucia probamos con señuelos de profundidad y tuvimos casi consecutivamente dos capturas de doradillos. Ya casi pasada media mañana asomaron las primeras tarariras, bastante tímidas y erráticas.
Para el mediodía era una explosión, el almuerzo poco importaba, pero el asado estaba esperando. De ahí en mas, hasta el atardecer, cada lanzamiento era un pique y captura con señuelos en modalidad baitcast, spinning y flycast. Siempre con devolución.
Fuimos un total de 7 pescadores en dos lanchas, si decimos la verdadera cantidad de capturas nos van a tomar de mentirosos. Fue un bautismo doble en fly con la sorpresa de un sabalo. Terminamos una jornada única con buena gente.
Gentileza de Damián Martínez Rojo





