Hola amigos de SENTILAPESCA: El finde nos visitaron unos 50 pescadores, el día ya pronosticaba algo de viento que llegaría sobre mediodía pero no lo que llegó… un viento !! Comenzamos la mañana muy temprano cuando llegó el colectivo distribuyendo las carnadas de “El Fabri” para todos los pescadores, ya para esa hora (7 de la mañana) contábamos con un viento de unos 20 km, así que charla va charla viene acomodamos todo y salimos cortando a medias las olas que nos presentaba un viento Sudoeste bastante importante.
Fuimos a buscar los palitos de la margen contraria al espigón esperando poder tener una pesca medianamente tranquila pero lamentablemente nos equivocamos, el viento arreciaba cada vez más y no perdonaba nuestro equilibrio, buscamos el pique un buen rato y no conseguimos nada más que unas pocas capturas.
Momentos más tarde decidimos buscar un poco de reparo en una costa con algunas pequeñas barrancas como para nos diera un respiro, como verán en las imágenes, el agua ya se movía bastante. Al llegar a la costa fue un solo suspiro ya que necesitábamos tomar un mate, comer algo y si salía algún peje mejor pero el punto era dispararle al viento que nos había batido toda la mañana.
Una vez anclados salieron a la luz mates, picadas, bebidas y por supuesto las líneas al agua. Luego de un buen rato nos dimos cuenta que las capturas habían sido muy pocas, aunque algunos matungos muy buenos habíamos sacado pero queríamos más. Tal es así que como última medida, habiendo aflojado muy poco el viento, decidimos ir a donde moría el viento.
Pero esta vez en lugar de ubicarnos en menos de 1 metro de agua buscamos algo más de 2 metros, ahí si!!! Ahí empezaron a salir los buenos, no salía uno tras otro pero salían. Aguantamos todo lo que pudimos porque el viento estaba insoportable pero la satisfacción de sacar semejantes bichos era incomparable con los embates del viento. Llegadas las 5 de la tarde y luego de haber obtenido varias capturas de buen tamaño, sabiendo que el recorrido a puerto seguro nos llevaría tiempo, decidimos guardar los equipos y emprender la retirada en busca de la tranquilidad de la costa aunque con un sabor agridulce porque habíamos obtenido buenas capturas pero no lo que todo pescador viene a buscar que es un poquito más siempre que se pueda.
Gentileza de Diego Montoya





