Ezequiel Sanchez me decía que Lavalle (Corrientes), un pequeño pueblo que queda pasando Goya a unos 15 km, tiene dos amigos y que me iba a empachar de pescar Dorados. El Pueblo es un cuadro pintado, humilde, sencillo y con el imponente Río Paraná de espalda…
El día 8 de Septiembre decidimos partir para esos pagos, desde Junín pasamos por Pergamino a buscar un amigo, a unos 85 km antes de llegar a Goya – ya que veníamos con tiempo – decidimos parar 2 horitas a pescar tarariras ya que veíamos lagunas, esteros, ríos, canales por todas partes…. lugares tentadores que se sumaban a nuestras ansias de pescar que no aguantamos. Bajamos tiramos los señuelos y al toque tuvimos la primer tararira, luego vinieron muchos piques pero se notaba el letargo de la misma. Luego de varias capturas decidimos seguir.
Llegamos a Lavalle donde nos recibió Roberto Romero y su Flia. La Señora Silvia ahí nomas nos cocino una riquísimas torta frita y entre mates empezamos una grata charla. Nos hospedamos en la casa de Mario Garcia, otra gran persona, como son las persona de nuestro interior y de pueblo. Luego de la cena a descansar.
A la mañana, una vez todo listo y con las ansias de pescar, vimos que el motor de la lancha no arrancaba, perdimos unos 40 minutos que para nuestras ansiedad fue una eternidad. Una vez en marcha empezamos haciendo trolling, al poco tiempo pica un hermoso dorado de 6,5 kilos. La adrenalina a full !!! Así recorrimos varios lugares, enganchamos otro dorado de 3,5 kg. y otros 2 piques fallidos. Paramos a comer en una isla y a la tarde arrancamos con otra modalidad: al golpe con señuelos, bajando al garete y también con carnada. Con señuelo tuvimos como resultado un dorado de 4 kilos.
Al otro día bajamos la lancha y luego de un largo trayecto de navegación con unos paisajes soñados, barrancas gigantes bordeando el Paraná, con correderas por todos lados… Roberto nos dice: – Bajen los señuelos, haciendo trolling ezequiel clava un hermoso dorado de más de 9 kilos, la sonrisa y alegría de todos. Volvimos a pasar y Yo clavo uno de 4 kilos, pasamos nuevamente y Ezequiel clava otro de unos 8,5 kilos y Yo uno de 7 kilos simultáneamente. Estalló la lancha al ver esos lingotes saltando, pero Roberto – baqueano – sabe muy bien manejar la lancha para ir acomodando la embarcación
Pudimos obtener varios más de portes que rondaban de 4 a 6 kilos. Paramos a comer con una hermosa felicidad que no podíamos contener. Luego de comer bajamos nuevamente derivando la lancha y pescando como más me gusta: al golpe entre los palos, barrancas que para el bait es un deleite los lugares que ofrece Lavalle. Ezequiel ve cazar un dorado, tira, yo le tiro por detrás, hago tracción, el señuelo y boom casi me saca la caña de las mano…. una terrible vaca de unos 10 kilos, tremenda lucha, saltos, corridas y Yo con la cañita de bait para tarucha con huevito con mutli de 20 lbs. ja.. Cuando lo tenía dominado, o me pareció, quise sacarlo de un árbol que estaba al lado de la lancha – porque por mi cabeza decía se mete ahí no lo saco mas – saca fuerza no se de donde, no se dan por vencidos, y se desprende… los insultos míos al ver que perdía el dorado de mi vida no se imaginan !
Alberto con Mosca saca un dorado, Ezequiel saca otro de unos 5 kilos y Yo fallo otro que lo siguió al señuelo hasta al lado de la embarcación. Al toque tiro y enganchó un hermoso dorado de unos 6,5 kilos para la vista nuestra, una hermosa lucha y al subirlo a la embarcación mi sonrisa era plena. Volvimos satisfecho de una jornada exitosa y en la retina mía el dorado que se me había escapado.
Se viene la segunda
El Domingo decidimos optar por ir a pescar tarariras ya que Roberto tenía permiso a unos campo con unas lindas lagunas y tarariras muy grandes. La verdad que, aparte del majestuoso Paraná, tiene cientos de lagunitas en sus campos con gran variedad de animales que te dejan de boca abierta. Pescábamos tarariras entre yacarés, pirañas, carpinchos…. todo un desafío. Tuvimos muchos piques y capturas, pro como dije anteriormente se nota que están aletargadas porque muchísimos piques fallidos que erraban al señuelo.
Así se terminaba la jornada devuelta a la casa de Roberto para disfrutar de la cena y a dormir. El lunes emprendimos el viaje de retorno satisfechos de la pesca, de la excelente atención y de la amistad de los chicos y sus Flias.
Guias: Roberto Romero y Mario Garcia.
Gentileza de Daniel Ferreyra, Ezequiel Sanchez, Alberto Cordoba