Con las casi nulas lluvias en Brasil y los sistemas de embalses de la cuenca del Paraná cerrados, estamos viviendo las consecuencias en nuestro Delta…
Si nos adentramos en las islas la actividad es muy pobre, sobre todo por la escasez de agua que es muy notoria en los pequeños cursos como sistemas de nuestros humedales, y la consecuente falta de corriente para especies que necesitan “que el agua se mueva”.
Por el contrario, los ámbitos para las tarariras se multiplican y les da la chance a los amantes de esta especie de poder pescar cantidad y calidad de “tarus”. Si nos vamos a los cursos grandes, como el Paraná principal y algunos otros ríos importantes del sistema hídrico de la zona, podemos obtener dorados de diversos portes, siempre con sorpresas latentes.
Para hacer esta pesca con artificiales es casi imprescindible PRECISIÓN en los lanzamientos, ya que de eso depende el éxito en la obtención de piques. Los tiros tienen que ser “pegadito al palo”, “al lado de la barranca” o “bien en el choque de aguas”, frases típicas y necesarias para estos momentos.
Para los que no están tan “finitos”, la carnada les va a permitir tener resultados de manera más sencilla, e incluso también poder tentar a los surubíes que en este preciso momento están pasando por nuestro río Paraná en busca de nuevos lugares. En OCEANIC TRAVEL seguimos trabajando de manera normal, con nuestra guardería operativa, y por sobre todo… pescando!
¿Que esperás para visitar Rosario?
Gentileza del guia Lucas Santangelo