El clima nos seguía amenazando; hablamos con nuestro guía de confianza y decidimos ponerle el pecho (o el traje de agua mejor dicho)….
A las 4.40 am salimos de Buenos Aires. Sergio, El Beto y quien escribe: Martín. Nos tocó una ruta complicada con mucha agua a pesar que no para de decirnos: – A ver si se la bancan. Al llegar a concepción del Uruguay el panorama no se modificaba, pero al grito de “cambia el viento y para” dijimos vamos a sacarle pescados. Se hacía presente Gaby Osuna con su Open azul y blanca que asomaba de la guardería.
Fue así que encaramos el Uruguay, abajo de la lluvia con viento NorOeste y muchas nubes. Cabe destacar que a lo largo del día jamás se cumplió el pronosticó que daban los famosos gurúes y páginas web. El viento pasaba de Norte a Sur.. el agua iba y venía.. y nosotros aún asi los buscábamos hasta abajo de las piedras.
El primer pique no tardó mucho en llegar, un doradito de unos 2 kilos le atacó firme el señuelo a mi viejo. Seguido a eso Sergio tuvo su premio, y casi al mismo tiempo uno grandecito le hacía una U en la caña de nuevo al Beto, pero esta vez se lo escupió sin dudarlo. El motor eléctrico fue fundamental, durante todo el día nos diço una deriva silenciosa y prolija. Tiramos adelante y atrás de los palos… debajo de los árboles, entre el verde de las plantas y los voraces amigos dorados de a ratos salían sin dudas a buscar los artificiales.
En equipos usamos cañas de 6.6 y 7 pies, reels rotativos low profile con multi de 0.30 mm y señuelos varios, los más rendidores fueron las bananas de bait, tanto media agua como un poco más abajo. Otro punto a tener en cuenta, para los señuelos “voraz”. Gabriel nos dejó probar estas hermosas bananitas, de colores irresistibles y bien pescadoras. Así culminamos un regreso a las 19.30 horas, agotados pero contentos, con una gran camaradería, risas y buenas anécdotas.
Espero les guste la nota y las imágenes, las cuales no son muchas dado la tormenta que teníamos encima.
Atte. Martin Docampo





