Pescar con mosca es bajar los decibeles y entender la pesca de otra manera, interactuar con la naturaleza al punto de fundirse en ella y ser parte de la misma…
Practicar la pesca con mosca en lugares tan bellos como los afluentes del río negro, aguas debajo de Palmar y en el mismo entorno para pescar doraditos y tarariras tornasol no tiene comparación con nada.
Esta pesca la realizó Gabriel Badano, Diego Trujillo y Mauricio Madama en el mes de Marzo cuando nos encontrábamos trabajando con el lanzamiento de la revista Nº3 de Uruguay Aventura en papel, por lo que no los pude acompañar ya que la invitación estaba hecha como siempre. A continuación les cuento la experiencia tal como nos la relató Gabriel.
Un sábado temprano se acercaron al arroyo donde generalmente dejan el vehículo en un paso y caminan para un lado u otro. En el camino se cruzan con una camioneta – seguramente de un establecimiento – y deciden pararla para ver si era alguno de los dueños donde siempre pescan, este le manifestó que no pero quien venía detrás si lo era por lo que también lo pararon. Él primero los presentó como si se conocían y este último muy amablemente los llevó hasta su campo. Hacemos esta mención para que vean que los dueños de los establecimientos no son ningunos monstruos y que por el contrario, muy amablemente, se puede conformar una relación cuando ven que nuestras intenciones son de pescar y devolver, en definitiva cuidar.
No entraron a donde pretendían pero el lugar era hermoso tal como se aprecia en las fotos. Rápidamente armaron sus equipos y comenzaron a vadear casteando donde lograron unos cuantos doradillos en esas aguas cristalinas, y en unos 3 kilómetros de vadeo que realizaron hasta poco después del mediodía. Luego decidieron volver para pescar en otro lugar y se encontraron en el casco del establecimiento con el capataz con el cual entablaron una charla, quien finalmente tenía las llaves del campo donde querían ir de primera y al cual llegaban siempre caminando muchos kilómetros, así que al poco rato estaban con el auto al lado de esa laguna.
En dicha zona del arroyo las lagunas se caracterizan por barrancas y grandes arenales, ahí de inmediato comenzaron a pescar doradillos y como quien dice “al Golpe” cuando las moscas tipo Andino pegaban en la superficie del agua. Todo un espectáculo de ver cuando los peces tomaban las moscas y comenzaba la pelea. Luego el pique se cortó y Gabriel decidió cambiar la mosca Andino por una Tarpon Toad, además a la línea de flote le agregó un leader de hundimiento de unos 2 metros de largo.
Al rato cruzó el arroyo con el agua al pecho, casteó en paralelo sobre un veril que marcaba profundidad inmediata, trae la mosca despacito y cuando ésta estaba muy cerca de su posición se tranca, Gabriel pensó que se trataba de un enganche en el fondo, moquetea fuertemente como para destrabar la mosca y tremenda sorpresa cuando arranca a correr al medio del arroyo, a tal punto de quemarle la mano. Ahí se desató una tremenda batalla que concluyó con una Tararira tornasol de unos 4 kilos, con la cual batalló unos 10 minutos.
Por suerte para magnificar la pesca pudieron pescar con equipos #6 cosa que no habían podido utilizar antes en esta zona porque siempre hay viento que los obliga a pescar con equipos más robustos. Los dorados siempre con líneas de flote, y como dijimos para la tararira a la línea de flote le agregaron un leader de hundimiento de 2 metros. Las moscas para los dorados fueron las Andinos, negras y rojas, negras y amarillas, y negras con verdes. Para la tararira la mosca fue la Tarpon Toad negra y violeta.
La pesca no fue una súper pesca pero con mosca, en un entorno inigualable y con la frutilla de la torta: la tararira de buen porte, se transformó en una pesca inolvidable. Felicitamos a los compañeros y le agradecemos por compartir tan linda experiencia con todos nosotros.
Gentileza de Miguel Tripani de Uruguay Aventura
Fotos: Gabriel Badano
