Desde hace tiempo ya venía pensando en incursionar en el flycast pero no me animaba, lo veía muy lejos en cuanto a posibilidades económicas y sobre todo técnicas…
Pero parece que cuando uno se propone un objetivo, las cosas comienzan a materializarse… es creer o reventar, al menos en este caso! (Probé anhelando 1 millón de dólares y no funcionó). Para contar esta historia me tengo que remontar a fines del 2017, momento en el cual nos juntamos los egresados 1995 del colegio Santa María de Escobar.
Más allá del excelente momento que pasamos, me encontré con gente que hacía mucho tiempo que no veía. Uno de ellos fue el Sr. Mauricio Gutierrez, un gran compañero con el cual hemos cursado unos años juntos en la facultad y compartido varias vivencias. Un pescador desde la cuna con el cual extrañamente nunca habíamos salido al encuentro de algún pez. Nunca es tarde ¿verdad? En gran parte de la previa, mientras hacía el asado, me contaba sus salidas al sur y de su taller de atado de moscas, del “tippet”, del “backing”, “Loops” y un sinfín de etcéteras de los cuales me veía obligado a preguntar. Casteos? Roll Cast, Back cast, falso cast… uffff.
¿Presentar la mosca? Demasiada información. Conceptualmente una pesca completamente distinta. La cuestión es que pusimos fecha para salir a pescar allá a principios del 2018, con el compromiso de hacer unas prácticas.
La salida se armó y se pescó. El tipo con sus elegantes casteos sobre las costas del río Lujan logró robarle por un momento unas tarariras. Después de disfrutar un buen asado y alguna que otra bebida, arrancaron las clases… estaba realmente perdido, no lograba hacer un casteo como la gente!
Seguimos cada uno con su metodología de pesca, uno en fly y otro en bait. Después de esa salida me dijo “Te voy a prestar un equipo para que practiques en el campo en el invierno”. Tuve el equipo en mi poder al poco tiempo, lo llevé a los charcos un par de veces y sufría más de lo que disfrutaba, no pasaban mas de 15 minutos que ya volvía al bait. El consejo de Mauricio fue el siguiente “No practiques en el arroyo, practica en el campo”.
Llegada la época, guiándome de algunos videos, empecé a practicar. De a poco comencé a sentirme más cómodo con el equipo, ya no hacía tanto lio como antes. Eso de que el “peso” no esté en el extremo de la línea fue lo más difícil de asimilar. Aprovechando las temperaturas primaverales salí decidido a pescar con mosca, pero también lleve mi equipo de bait. Salí sólo, una pesca de unas horas para ver qué pasaba. Llevaba una sola mosca, una Woolly bugger que había atado el mismo Mauricio.
Comencé tímidamente con unos casteos de no más de 5/6 metros, tampoco necesitaba más. De a poco iba afianzándome en los lugares donde pretendía “poner” la mosca. Intentaba adivinar donde estaban las tarus, hasta que encontré una pequeña que atacó a la mosca con todas sus ganas. ¿Y el reel? Jajajaja. Que buena pregunta! Hice los deberes y cumplí!!!! Mi primer captura en fly, una hermosa sensación. Seguí con un poco de bait y a medida que recorría diferentes puntos iba intercambiando estilos. El resultado final del cotejo fue 2 para el bait y 2 para el fly, un partido realmente parejo.
El brazo del río lujan estaba lleno de agua producto de las últimas lluvias, que hicieron que la pesca esté un poco complicada. Que me falta una “vida” de práctica es cierto, la técnica depurada me la llevo seguro a marzo, pero… ¿Quién te quita lo bailado?
Buenas pescas!
Gentileza de Christian Andrés López





